En Alto Paraguay, eligieron el continuismo

FUERTE OLIMPO. En una dura puja, logró triunfar el candidato de la ANR, José Domingo Mazzacotte contra Moisés Recalde de la Alianza Ganar, a pesar de la enorme estructura del Partido Colorado en la zona, el margen fue ínfimo.

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El diputado José Domingo Adorno Mazzacotte (colorado cartista) es el virtual ganador a la Gobernación de Alto Paraguay. Anteriormente era afiliado del Partido Encuentro Nacional (PEN)y gracias a las alianzas de partidos de la oposición llegó a ocupar el cargo de concejal departamental por dos periodos. En 2013, se afilió a la ANR y formó dupla con Marlene Ocampos, y triunfaron en el 2013 para los cargos de gobernadora y diputado, respectivamente.

La victoria fue gracias al respaldo de un gran caudal económico, que muchos vinculan con dinero proveniente de la secta Moon, atendiendo que la pareja sentimental de Ocampos, el peruano Ernesto Obregoso, era el administrador de dicha secta en Puerto Casado.

Sin embargo, a pocos meses de llegar al poder, tanto Ocampos como Adorno inician una feroz lucha por el poder, en ese ambiente hubo denuncias mutuas. Adorno denunció varios hechos de corrupción en la gestión de Ocampos y la mujer respondía acusándolo de pretender sacar ventajas del presupuesto de la gobernación. Por más de cuatro años, la disputa entre ambos fue terrible y mantuvo también dividido a todo el departamento. Pero se unieron nuevamente para las elecciones internas y las generales para lo cual decidieron intercambiar los roles; Adorno se postuló para gobernador y Ocampos para diputada.

Adorno siempre fue acusado por los opositores de solicitar coimas a los intendentes del departamento, todos colorados, para evitar que sus administraciones sean investigadas. En 2017, se vio envuelto en un hecho de tráfico de influencias al ordenar el traslado de un comisario. El cambio del uniformado se debió a que este se negó a cumplir la orden de Adorno de liberar el camión con la carga de animales vacunos sin los documentos correspondientes.

El Alto Paraguay, es el segundo departamento más extenso del país y uno de los menos desarrollados. Desde su creación, las autoridades se dedicaron a saquear las arcas de la gobernación y las comunas. En el periodo democrático, los sucesivos gobernadores, todos colorados, dispusieron de más de G. 400.000 millones, que no se ven reflejados en inversiones en esta parte del Chaco paraguayo.

Los pobladores de la región se debaten entre innumerables necesidades sociales, como la falta de caminos de todo tiempo, precariedad absoluta de los servicios de salud pública y la falta de agua potable. 

El nuevo gobernador tiene la enorme responsabilidad de revertir esta pobre imagen de abandono de los pobladores del Alto Chaco y también de lavar la cara de la jefatura departamental, considerada la institución más corrupta de la región.

La falta de caminos de todo tiempo no solo deja aislados a los pobladores, si no que también paraliza la actividad económica de la zona, atendiendo que los grandes establecimientos ganaderos no pueden trasladar los animales vacunos a los frigoríficos del país. Con esto se suspenden los trabajos o changas en las estancias, actividad que representa el ingreso de muchas familias.

Se deben potenciar los hospitales cabeceras de la zona con equipamiento adecuado y dotación con médicos especialistas, como pediatras, cirujanos, ginecólogos y clínicos a fin de evitar las constantes evacuaciones de pacientes a los centros asistenciales del país. Esto ayudará a salvar vidas.

La educación mediocre de las escuelas públicas obedece a la falta de capacitación de los maestros, en tanto que la falta de universidades produce una migración alarmante de jóvenes en busca de oportunidades. En todo el departamento no existen industrias que generen fuentes de trabajo.

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