De acuerdo al cronograma, durante la segunda quincena de noviembre se deben intervenir 1.000 metros en suelo argentino, en zona de la embocadura del río. Con esto se busca abrir un nuevo canal que permita el ingreso de aguas al territorio paraguayo, según informó el Ministerio de Obras Públicas y Comunicación (MOPC).
“Según el cronograma, los trabajos los debemos realizar en la segunda quincena de noviembre, no antes, porque apenas hagamos la intervención corremos peligro de que vengan las aguas y enloden la superficie del canal, y hay máquinas nuestras que aún están allí”, manifestó el ingeniero Oscar Salazar, director de la Comisión Nacional del Pilcomayo.
Los permisos solicitados en julio pasado por la cancillería paraguaya y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicación (MOPC), finalmente se concretaron y de esta manera se podrán llevar a cabo las obras en Argentina. Para estas, la Comisión cuenta con un total de 25 maquinarias listas para ingresar al vecino país, una vez que se tenga la autorización.
El ingeniero Salazar manifestó que el mes pasado cuando se presentó el proyecto, llegaron al país técnicos argentinos para verificar los trabajos realizados. Luego se conversó con Gildo Insfrán, gobernador de la Provincia de Formosa. Para este viernes se tiene previsto que traigan los permisos del gobierno argentino para las obras en dicho territorio.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Por otra parte, Salazar señaló que en el lado paraguayo se tiene prevista la culminación de las obras para diciembre próximo, tras haberse realizado 40 kilómetros de limpieza y canalización. En ese sentido, se espera culminar los 10 kilómetros restantes el siguiente mes y que la entrada de las aguas altas o riadas se produzcan entre diciembre y enero.
Se aguarda que la riada de este año llegue a los bañados Mistolar y Agropil. “Si llegan a esos dos bañados, esos lugares tienen la capacidad de mezclar los sedimentos con materia natural orgánico, permitiendo algún tratamiento para que el agua vaya más limpia aguas abajo”, comentó Salazar.
En otro momento se mostró confiado en que las aguas lleguen sin inconvenientes hasta la localidad de General Díaz. “Actualmente los dos cuellos de botella son los últimos 10 kilómetro del primer tramo, en donde hay que descabezar las cotas altas, y los pocos metros que faltan en el lado argentino”, remarcó.
El Pilcomayo es considerado como un río cambiante que varía su comportamiento, provocando inundaciones o grandes sequías como la de junio de este año, que causó la muerte de especies protegidas como el yacaré y el carpincho. A causa de ello se realizó la reunión de la Comisión Trinacional que gestiona la cuenca hídrica, con representación de Argentina, Bolivia y Paraguay, que encargó la realización de análisis sobre el estado de los sedimentos.