Encuentran muerto a sexagenario que intentó asesinar a su expareja

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El cadáver de un hombre de 62 años fue encontrado, con rastros de tortura, este jueves en una zona boscosa de San Alberto, departamento de Alto Paraná. La noche anterior el fallecido intentó asesinar a su pareja de 52 años.

Se trata de Virgilio Guerrero López (62), cuyo cuerpo se encontró sin vida en una zona boscosa alejada a 60 metros de su casa, que a su vez se halla sobre la calle Industrial del barrio Los Productores, en el distrito de Naranjal.

De acuerdo con los datos, a las 19:30 del miércoles Virgilio López fue hasta la casa de su expareja de nacionalidad brasileña, Clemira John De Oliveira (52), ubicada también sobre la calle Industrial. Ahí, sin mediar palabras, el sexagenario atacó con un cuchillo a la mujer y le provocó heridas cortantes en el cuello y en una de las manos. Posteriormente, escapó hacia su casa. La mujer fue auxiliada por vecinos y trasladada hasta un centro asistencial.

Los vecinos alertaron a la Policía de lo que ocurrió, por lo que inmediatamente se constituyeron en el lugar e iniciaron la búsqueda del supuesto autor del intento de feminicidio, informó el periodista de ABC Color, Ariel Espinoza.

La fiscal María del Carmen Meza y agentes del departamento de Investigación de Hechos Punibles y de la división de Homicidios allanaron, hoy al mediodía, la casa de Clemira De Oliveira, donde hallaron rastros de sangre y un revólver, propiedad de Guerrero López, dentro de un balde de plástico.

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Luego la comitiva fue hasta la vivienda del sexagenario, desde donde inició un rastrillaje hasta una zona boscosa, ubicada a 60 metros, donde según los vecinos se habría internado tras el violento ataque.

En el lugar hallaron a Virgilio Guerrero, sin vida. Los intervinientes constataron que tenía su celular, el cuchillo con el que habría herido a la mujer. Así también, se observó que el hombre tenía una herida cortante en el cuello, que se habría provocado él mismo y según el médico forense, murió desangrado.

Sin embargo, una de sus manos fue arrancada, aparentemente por un animal salvaje, pues según los vecinos, en la zona hay jabalíes, por lo que se sospecha que alguno le habría mutilado la extremidad.

De la misma forma, se halló una carta escrita a mano por Guerrero, con fecha 23 de enero, en la que menciona que él tomó esa decisión y que no iba a dejar de lado lo que acontecía, refiriéndose a la separación.