De los 16 presidentes de seccionales coloradas pertenecientes al Movimiento Honor Colorado estuvieron 11. Los que no se plegaron al encuentro fueron: Gustavo Gamarra, de Arroyos y Esteros; Herminia Villalba, de San José Obrero; Víctor Martínez, de Eusebio Ayala; Miguel Olmedo, de Santa Elena, y Eladio Galeano, de Valenzuela.
Asimismo, dos de los siete intendentes colorados tampoco acompañan el proyecto: Miguel Olmedo, de Santa Elena, y Luis Vera Cardenas, de Loma Grande. Se pudo notar la presencia de varios funcionarios públicos y personal de blanco que -según mencionaron- fueron obligados a participar del acto, donde también estuvo presente el ministro de Salud, Antonio Barrios.
La cantidad de punteros y dirigentes de base fue escasa, en comparación con otras convocatorias. Esto denota la pérdida de liderazgo de los dirigentes como el senador Julio Quiñónez, el diputado Nazario Rojas y el parlasuriano José Torres, quienes organizaron la actividad.
Santiago Peña, a su llegada a la seccional colorada de Caacupé, dijo que en cuatro días recorrió ocho departamentos para escuchar a las "bases del partido" y se puso a disposición de los colorados presentando un nuevo paradigma político.
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Peña cuestionó la unión de los disidentes colorados Nicanor Duarte Frutos, Juan Afara, Hugo Velázquez, Luis Castiglioni y Mario Abdo Benítez, en un frente "anticartista". Los trató de figuras de la vieja política que solo hacen acuerdos entre cuatro paredes para repartir los cargos.
Agregó que él aún no es un candidato, sino que salió a presentarse a los líderes de bases para escuchar sus propuestas, por lo cual no se considera un candidato impuesto por el presidente Horacio Cartes.
Por su parte, el senador Julio Quiñónez se pasó criticando la labor de la prensa y trató de justificar su actuación en el tema de la enmienda. Agregó que volvería a votar diez veces si es necesario en el mismo sentido.
