Exigen justicia para compatriota arrojado bajo un bus en Argentina

TRINIDAD, Itapúa. La madre del joven paraguayo Gustavo Rojas, cuya agresión y muerte bajo las ruedas de un transporte público en Buenos Aires se viralizó en las redes sociales, pide que se esclarezca el crimen y que los responsables vayan a la cárcel.

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Susana Ayala (50), desconsolada, armó una capilla ardiente en su casa de Trinidad, para velar una foto de su hijo, ya que no pudo traer su cuerpo al país, según expresó.

“Mi hijo era un joven estudioso y trabajador, que como muchos paraguayos se fue a Buenos Aires para buscar un mejor porvenir. Él trabajaba en una empresa de construcciones, hace cuatro años se fue a vivir allá con su esposa, Andrea Ariyu, con quien tiene dos hijos, de 10 y siete años”, detalló.

La mujer se preguntó por qué las personas atacaron a su hijo. “Lo tiraron como una bolsa de mandioca bajo un colectivo” y por qué nadie lo ayudó cuando fue agredido por una patota.

Añadió que la víctima siempre se encontraba en una estación de colectivos con su señora, que también trabaja en el vecino país, y desde ahí volvían juntos a la casa. Destacó que esa tarde había cobrado su quincena salarial, y posiblemente estaba esperando a su esposa cuando lo atacaron, presumiblemente para robarle. “Alguien sabía que tenía dinero”, consideró la madre.

Pidió a las autoridades paraguayas que impulsen y reclamen una investigación sobre el crimen y exijan castigo a los culpables. Remarcó que su hijo se fue con muchas esperanzas a la Argentina, que era un joven trabajador, honesto, amante de su familia, y terminó muerto, tirado en la calle.

Según dijo, el joven había desaparecido para su familia la tarde del viernes pasado. Nadie sabía de él, por lo que la señora hizo la denuncia de su desaparición. El lunes, la Policía le informó que estaba en la morgue, hasta donde fue trasladado su cuerpo luego que ser golpeado y tirado bajo las ruedas de un colectivo.

El padre y una hermana de la víctima viajaron a Buenos Aires, el martes, para el sepelio. “Apenas juntamos la plata para el pasaje de ellos. Yo no me fui porque no podría resistir ver a mi hijo, tan lleno de vida y de proyectos, en una caja”, finalizó Ña Susana.

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