Ronald Rolón Cabral denunció ante la Fiscalía que el pasado viernes 31 de marzo, él y un amigo a quien no identificó porque este teme alguna represalia, fueron interceptados y raptados por agentes policiales del grupo de los cascos azules en el centro de Asunción, después de haber participado de la manifestación ciudadana contra la enmienda pro reelección presidencial.
Rolón prestó declaración este lunes en la Unidad Especializada de Derechos Humanos, donde la fiscal Liliana Zayas investiga en total cinco denuncias contra agentes policiales por lesiones y persecución de personas inocentes.
Según lo manifestado por el denunciante, los agentes sin mediar palabras los obligaron a echarse boca abajo, los registraron y los subieron a una patrullera en la que había otras tres personas, que por lo que pudieron escuchar fueron bajadas en la Agrupación Especializada, donde el sábado 1 de abril 211 personas amanecieron detenidas.
Él y su amigo –narró– fueron llevados a un lugar que identificaron como la comisaría segunda metropolitana. Allí les pidieron dinero para liberarlos. De lo contrario, amenazaron con pasar el caso al “fiscal Fuster” y acusarlos de haber quemado el Congreso, además de otros actos vandálicos.
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Ronald dijo que no tenía dinero pues por precaución llevó solo su documento a la manifestación, pero su amigo entregó 200.000 guaraníes que tenía consigo. Uno de los policías contestó que ese monto era insuficiente. Nuevamente los subieron a una la patrullera y los llevaron a un lugar donde a punta de arma larga los separaron y los subieron a vehículos diferentes.
Según su relato, al amigo de Ronald lo llevaron a un cajero automático para que sacara 700.000 guaraníes, mientras que a Ronald le decían que tenía que conseguir dinero de donde fuera. Lo amenazaban con hacerle daño a su amigo y en un momento dado hasta le mencionaron los nombres de sus padres, dándole a entender que si no entregaba el dinero podrían hacerle daño a su familia, afirmó el denunciante. Por tal motivo, mientras todo el tiempo era apuntado con un arma, llamó a un familiar, le indicó una dirección que el policía decidió y se encontraron para la entrega del dinero. Ronald entregó 500.000 guaraníes más.
Mientras Ronald entregaba el dinero, su amigo seguía retenido en una patrullera y un familiar pudo fotografiar el vehículo particular en el cual se movilizaban los policías con el hombre adentro, un Toyota tipo Tercel con chapa BLA 460 color plateado, que según nuestras averiguaciones está a nombre de Mario Ramón Rodríguez.
