Este lugar, además de ser centro de devoción religiosa y peregrinación para los fieles durante la celebración mariana cada 8 de diciembre, es un sitio de extraordinaria belleza y de gran atractivo turístico.
“Como hace 22 años, medio centenar de peregrinos salimos desde el distrito de Fram el martes a las 17:00 y llegamos ayer a las 03:00”, comentó Andrés Chamorro, quien, como todos los demás integrantes del grupo, descansaba bajo la frondosa vegetación del lugar.
Un importante despliegue de efectivos de la Policía Nacional y de Tránsito organiza el paso de vehículos y de la multitud para que no haya embotellamientos. Cada año, la cantidad de feligreses aumenta con la llegada de peregrinos locales y extranjeros para participar de la misa central de las 07:00.
Pese a la lluvia que se desató hoy a las 06:30, aproximadamente, los fieles desfilaron frente a la imagen de la Virgen de Itacuá, a metros del río Paraná, agradeciendo o pidiendo favores. La iglesia de Itacuá tiene la forma de un barco, con la proa (parte delantera) apuntando hacia el río. Es en memoria de aquellos navegantes que en el siglo pasado habían hecho nacer la costumbre de venerar y rendir devoción a la Virgen de la gruta.
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