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El militar fue visto por última vez el sábado 19 de abril en el hospital de Policía, donde fue a visitar a un amigo internado, y luego desapareció.
La esposa del uniformado, Susana Giménez, denunció el hecho y también dijo que recibió una llamada en la que le pedían dinero para liberar a su pareja.
Ante esta situación la Fiscalía General del Estado, designó a la fiscala Sandra Quiñónez para que investigue el caso que ahora ya entra en el plano de un eventual secuestro.
Como primera medida la representante del Ministerio Público, dispuso que se haga un cruce de llamadas entrantes y salientes del teléfono de Pablo Velilla.
También se dispusieron otras diligencias tendientes a tratar de rastrear los últimos movimientos del uniformado el sábado pasado a fin de ir uniendo los cabos que lleven a esclarecer el paradero del militar.
Pablo Veilla salió de su casa el pasado sábado, fue hasta el hospital de Policía y a las 20:00 se lo vió caminando por última vez en las cámaras del nosocomio. Después de eso nada más se supo del uniformado, quien no acudió posteriormente a su guardia.