La reunión se llevó a cabo esta tarde en el Mercado 4, en donde frentistas de las diferentes zonas que ya son o serán afectadas por las obras del metrobús se reunieron con el objetivo de unir fuerzas, manifestar preocupaciones y planear la búsqueda de soluciones y respuestas del Ministerio de Obras Públicas (MOPC).
Los comerciantes de Fernando de la Mora manifestaron que brindan su apoyo a los frentistas del microcentro de Asunción y Mercado 4, ya que estos tramos serán realizados sin planificación y sin tener en cuenta a la ciudadanía y al pueblo, según comentaron.
Hablaron de la reubicación de los comerciantes del Mercado 4. “Le quieren reubicar a los comerciantes del Mercado 4 en un pasillo que demuestra que no están organizados. No está planeada esa reubicación”, indicó la señora Gladys Mancuellos, comerciante de Fernando de la Mora.
“Si ya nos reubicaban nosotros no íbamos a estar tan desesperados y confundidos e inseguros”, afirmaron algunos comerciantes del Mercado 4.
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Anunciaron que realizarán una gran manifestación el miércoles próximo, a las 18:30, en alguna intersección de la ruta Mcal. Estigarribia o la Avda. Eusebio Ayala, a favor de sus reclamos.
Máquinas, materiales de construcción, zanjas y entradas improvisadas sin las señalizaciones adecuadas para evitar posibles accidentes, forman parte del escenario caótico en el que desde este viernes deben deambular los peatones, tras el cierre completo de la ruta Mariscal Estigarribia a la altura del Campus de la UNA. El MOPC y la contratista, la portuguesa Mota Engil, inhabilitaron la vía para continuar las obras del tramo III del metrobús, que prometen terminar en 45 días.
Los trabajos incluyen pavimentación de los carriles público y exclusivo del metrobús, colocación de veredas de adoquín, desde el Campus hasta la Avda. Pastora Céspedes (Km. 10).
En un recorrido realizado por un equipo periodístico de este diario, se observó gran cantidad de personas peregrinando en busca de las nuevas paradas improvisadas de ómnibus, entre el calor, el ruido, el desorden y el polvo generado por los trabajos, que ahora también se desarrollan en horario nocturno.