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El perímetro del campamento del grupo criminal estaba minado de bombas, que fueron desactivadas por militares de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), a metros del lugar donde se produjo ayer el mortal atentado contra los dos suboficiales de policía. Con el rastrillaje realizado, primero se halló el puesto de observación y escucha que utilizan los criminales para ser alertados por sus compañeros ante cualquier movimiento o presencia que amenace su campamento. En el día observan y en la noche escuchan.
Posteriormente, encontraron el campamento que estaba perimetrado por explosivos tipo “cazabobos”, realizados de manera casera, que frecuentemente usa el grupo criminal. A más de ello, se hallaron las pertenencias del suboficial de policía Adalberto Candia, que se encontraban en su mochila. Por las evidencias halladas se presume que como mínimo en el lugar estaban de 8 a 10 criminales. Los dos suboficiales fueron interceptados ayer cuando se desplazaban a bordo de una patrullera en la zona de Pacola, límite entre Amambay y San Pedro.