Vicente San Martín, vicepresidente de la Asociación Paraguaya de Propietarios de Estaciones de Servicio y Afines (Apesa), se refirió al proceso de abaratamiento de los combustibles, que se inició ayer. Indicó que la rebaja se dará de manera gradual hasta llegar al 4 de enero, a más tardar, fecha en que ya todos los emblemas se acoplarán a esta tendencia, según estimó.
Al ser abordado con respecto a por qué se dificulta tanto definir los precios, pese a que las condiciones están dadas para una reducción desde hace varias semanas, mencionó que “el meracdo mundial de los combustibles es un cártel. En la práctica es así, porque son grandes empresas que compran de la misma zona, con precios similares; en ese sentido, sobre todo cuando hay fluctuaciones no es fácil bajar el precio”, apuntó.
Reconoció que en este proceso de rebaja “es probable que haya algún tipo de aprovechamiento” por parte de algunos sectores, pero insistió en que todo es cuestión de tiempo porque quien permanezca con precios altos terminará perdiendo competitividad en el mercado.
Al ser requerido sobre mayores detalles en torno al “cártel” en el mercado de combustibles, San Martín señaló que todo parte de la misma Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). “La OPEP es un gran cártel”, apuntó en contacto con radio ABC Cardinal. Sobre las posibles ramificaciones a nivel local, sostuvo que “hay un cártel a nivel mundial que de alguna manera tiene un reflejo en Paraguay”.
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De esta manera, el representante de Apesa consideró que la intervención de Petróleos del Paraguay (Petropar) ayuda a evitar abusos excesivos hacia los consumidores. “No está nada mal que Petropar intervenga, en el sentido de devolverle eficiencia y competitividad al mercado, de manera a que todas las demás empresas acompañen una buena gestión, ya que no tendrían que buscar una ganancia exorbitante”, apuntó.
Por otra parte, el vicepresidente de Apesa consideró que tras la reducción de los precios de combustribles, en torno a los G. 200, en todos los tipos de combustibles, corresponde que otros sectores de la economía igualmente establezcan abaratamientos. “La reducción no se refleja en otros productos, (pero) cuando sube el combustible, sube todo: pasaje, alimentos, canasta básica, sueldos”, manifestó.
El empresario reconoció que se trata de un “negocio particular” y que en las condiciones actuales el ajuste de precios al consumidor cae por cuenta de cada sector. “Pero sin duda sería interesante que haya un poco más de control, supervisión, lobby del Gobierno para que esta baja -que es muy beneficiosa- también se refleje en otros rubros”, afirmó.
Indicó que muchos otros productos se regulan de acuerdo a los “precios de fletes, costos de combustibles, transporte”, por lo que reafirmó que corresponde estudiar las rebajas “para que la economía en general esté colaborando con la baja”.