El hijo mayor dijo que su padre se ganó el cariño de toda la gente que estaba a su alrededor. Cómo anécdota recuerda que una vez su padre le había consultado quién era su ídolo, a lo que él respondió Chilavert, entonces mi padre me contestó con su particular forma de ser: "Ahhh... a ese le hice varios goles en un partido". Siempre fue un ídolo, una persona muy apasionada en todo lo que hacía, siempre recordaba a Pilar, y a su querida calle Colón, expresó el joven Roberto Cabañas.
Agradeció la muestra de cariño de toda la gente y el gran destaque en los medios nacionales e internacionales que se le da a Roberto, que es una gran figura mundial.
Por su parte, Daniel (18 años, hijo colombiano), expresó que "fue lo más grande que yo tuve, no solo como papá, sino como ejemplo y amigo". Dijo que a pesar de la circunstancia, es gratificante llegar a Pilar y ver a tanta gente que lo quiere y lo recuerda. "Lamentamos esta partida tan rápida, siendo tan joven. Por más duro que sea el momento, los hermanos estamos todos unidos y eso es lo más importante".
Daniel, quien también era futbolista, dijo que finalmente abandonó esta actividad para dedicarse de lleno al estudio. "Quise seguir sus pasos, pero es muy difícil llegar al nivel que alcanzó mi padre". Resaltó que siempre tuvo una excelente relación con él, que fue amigo y consejero. Recordó que habló por última vez con su progenitor en la tarde del domingo, horas antes de su sorpresivo fallecimiento. "Mi padre era una persona con un corazón enorme", concluyó Daniel Cabañas.
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Carolina Cabañas (hija colombiana) calificó a Roberto Cabañas como el mejor papá del mundo. Dijo que era muy cariñoso y especial, extremadamente generoso. Y que a pesar de la distancia estaban en comunicación todos los días. Resaltó que él era igual en todas partes, "igual de feliz e igual de polémico también". Dijo que el día domingo se comunicó con su padre en dos oportunidades y le comentó que estaba haciendo abdominales y poniéndose en forma para participar de juegos de showbol con estrellas del fútbol internacional.
Roberto tiene cuatro hijos, la única ausente es la más pequeña, María Antonia, de 14 años.