Un duelo que se repite

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Los colorados Víctor Bogado y Óscar “Cachito” Salomón confirmaron sus aspiraciones de presidir el Congreso de la Nación a partir de julio próximo. Ambos ya habían contendido por la presidencia de una de las Cámaras del Legislativo en 2007.

Varios son los nombres que suenan en los pasillos de la Cámara de Senadores como posibles aspirantes a presidir el Congreso a partir de julio próximo. En la semana que pasó dos fueron los legisladores que confirmaron sus aspiraciones de llegar al cargo de presidente del Senado: el colorado disidente Óscar “Cachito” Salomón y el oficialista Víctor Bogado.

De confirmarse esto, en la Cámara Alta se repetiría el “duelo” que ambos legisladores ya habían tenido en 2007, en la puja por la presidencia de la Cámara de Diputados.

Bogado había presidido la Cámara Baja entre 2006 y 2007. Cuando su mandato se acercaba al fin, el entonces diputado nicanorista comenzó a moverse para tratar de conseguir la reelección.

Bogado pretendía conseguir el rekutu al frente de la Cámara de Diputados. Sin embargo, una alianza entre opositores y colorados disidentes tenía pensado llevar a la presidencia al colorado Óscar Salomón. El oficialismo nicanorista no encontró mejor modo de zafarse de la inminente derrota que hacer lo que fuera posible para que no se realice la sesión, convocada para escoger mesa directiva de la Cámara de Diputados.

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La sesión en la que se debía elegir a las nuevas autoridades tuvo lugar el 21 de junio de 2007. La elección derivó en un escándalo en la Cámara de Diputados. La feroz interna colorada fue el telón de fondo.

La sesión se inició sin inconvenientes y siguió hasta que el diputado colorado Pedro Farías pidiera un cuarto intermedio de 30 minutos para seguir negociando, lo que fue rechazado por los opositores. Eso generó una maniobra de los colorados, que empezaron a gritar en la sala y a tirar cosas para crear desorden y obligar a que se levantara la sesión.

Finalmente, como los opositores no aceptaron, los colorados siguieron con los disturbios, por lo que el presidente levantó la sesión.

Ya al término de la reunión, el diputado liberal Efraín Alegre reclamó airadamente al presidente de la Cámara su decisión y lo amenazó con enviarlo a la cárcel e, incluso, que le podría ir peor. Eso motivo que el presidente de la Cámara se levantara de su silla como para reclamar a Alegre, momento en el cual el diputado liberal Modesto Salinas le dio un empujón. Eso bastó para que se iniciarán las agresiones físicas.

Por un lado, el diputado liberal Juan Bartolomé Ramírez, y en el otro extremo, el diputado Oscar Salomón con el diputado colorado José Torres. Después se sumaron los diputados colorados Marcelino Quiñónez, José Chamorro y Luis Sarubbi.

La trifulca duró unos diez minutos. Salomón terminó con el labio partido, y Ramírez, con el ojo morado.

Después Ramírez lamentó su actitud, pidió disculpas y terminó abrazado a sus colegas. Para tratar de calmar los ánimos, Bogado se reunió con Salomón y los líderes de bancada, pero no hubo arreglo posible.

El incidente obligó al retiro de los colorados oficialistas, mientras los disidentes siguieron en la sala.

Bogado firmó una resolución por la cual convocaba a una nueva sesión para una semana más tarde a fin de elegir a las nuevas autoridades. Sin embargo, la disidencia colorada y la oposición desconocieron esa decisión y prosiguieron con la sesión. La situación dejaba a la Cámara de Diputados ante un eminente quiebre institucional, ya que los disidentes organizaron su reunión, a pesar de que el reglamento interno de la Cámara sostiene claramente que el único que tiene atribuciones para convocar a sesiones es el presidente del organismo.

Pero el diputado Oscar Salomón, visiblemente alterado, forzó la sesión temiendo que, si la cuestión pasaba a otro día, los números podrían cambiar y se quedaría sin la presidencia de la Cámara.

En ese ambiente, y ante el grito de los colorados, que todavía permanecían en la sala de sesiones, los disidentes y opositores llevaron adelante la reunión bajo la conducción del vicepresidente primero de la Cámara, el liberal Nelson Chávez.

El diputado Luciano Cabrera propuso como presidente a Oscar Salomón y este fue electo a viva voz por 48 diputados, según indicó Chávez. Posteriormente, el liberal Efraín Alegre propuso a su colega Osvaldo Ferrás, y el oviedista Carmelo Benítez propuso a Gustavo Mussi, y ambos fueron electos como vicepresidente con 45 votos, incluidos los votos de los colorados disidentes, según indicó Chávez.

Minutos antes de que los opositores se reunieran, el entonces presidente de la Cámara Baja firmó y dio a conocer la resolución donde se convocaba a sesión extraordinaria para una semana después y donde se debía elegir autoridades. Luego Bogado se retiró y cortó el suministro de energía al plenario de la Cámara, siendo sorprendido por los fotógrafos.

Ahora, Bogado y Salomón se perfilan nuevamente como candidatos a presidir una de las cámaras del Congreso, aunque esta vez es el Senado y el que llegue al cargo terminará siendo además el titular del Poder Legislativo.