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Los tiempos cambiaron: lo que hasta hace algunos años era un día silencioso y de meditación fue siendo dejado de lado a través de los años.
El Viernes de Dolores, según la creencia católica, fue establecido en el calendario para reflexionar sobre los sufrimientos de la madre de Jesús, la Virgen de los Dolores. Pero tras el Concilio Vaticano II se determinó que el día de Dolores pasaba al 15 de setiembre. Hoy, marca el simbolismo de la previa del inicio de Semana Santa.
Este viernes, tradicionalmente, es un día de ayuno, en donde se evita el consumo de carnes.
Hoy, estas prácticas ya han cedido a lo mundano y hasta es común escuchar que aun se programan fiestas, despedidas de carnaval y otros acontecimientos en los que se prometen mucho barullo y diversión.
En la nueva liturgia, el Viernes de Dolores es un día de penitencia y abstinencia. Los que quieran practicar el ayuno lo pueden hacer, mientras que a las personas que quieren comer carne se les pide practicar la solidaridad. Por ejemplo, colaborar con la colecta pública que tendrá lugar hoy.
La Semana Santa comienza oficialmente este domingo, cuando se recuerda el ingreso de Jesús a Jerusalén para cumplir la misión que le encomendó el padre, Dios.