Una comitiva de la gobernación de Boquerón y de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) se trasladaron este martes a Pozo Hondo para verificar la crecida del Pilcomayo y el peligro que corre la población ribereña por eventuales inundaciones.
A todos, incluso a los lugareños, impresionó la altura y volumen que presenta el río Pilcomayo. “El caudal es rápido, de gran volumen y lleva muchos sedimentos”, dijo el gobernador de Boquerón Darío Medina.
El agua corre con mucha rapidez, pasa sin problemas por el puente Misión La Paz–Pozo Hondo, donde hasta se han atascado relativamente pocos sedimentos, gracias a los trabajos de limpieza antes de la crecida, de parte de la gobernación.
La comitiva se traslado también a unos 50 km aguas abajo, hasta San Agustín (Pedro P. Peña), donde los indígenas comentaron que hasta ahora los corredores del río hacia la comunidad han quedado sin agua, pese a que normalmente ya se llenan cuando el Pilcomayo alcanza los seis metros en Pozo Hondo.
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Este martes a la mañana el río alcanzó 7,06 metros de altura a las 7:30. La buena fluidez del caudal agua abajo es atribuida también al canal paraguayo, principalmente en la embocadura, por donde pasa una parte.
Mientras en Villa Montes, Bolivia, el nivel del río comenzó a descender; en Pozo Hondo la riada quedó estable durante el día, sin embargo, subió hasta los 7,18 metros, a las 21:00 de este martes.
El inmenso caudal seguirá por uno o dos días más, según informaron, y se espera que no afecte en gran medida a la población de Pozo Hondo hasta Pedro P. Peña.
En Pozo Hondo mismo se espera que el muro de contención aguante toda la presión. Pero aguas mas abajo se teme que se generen inundaciones en varias poblaciones.
La comitiva de la SEN, encabezada por Rubén Codas, estará en la zona hasta viernes ya contando con un relevamiento de la población potencialmente afectada, además está preparado con víveres y carpas.