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Doña María, quien enviudó hace varios años, no tiene servicio de agua potable ni energía eléctrica. Contar con sanitarios es prácticamente impensable para ellos. La centenaria mujer está desnutrida, descalza y en la extrema pobreza.
La mayor parte del tiempo reposa en una hamaca en el corredor de la humilde vivienda. “Alimañas y mosquitos complican aún más la triste realidad de esta familia”, comentaron los vecinos, quienes asisten a ambos con lo que pueden. “Lo más triste es que no cobra el beneficio de la tercera edad, tampoco recibe otro aporte del Estado”, expresaron.
Precisa atención médica, alimentos y enseres domésticos. Las personas solidarias puede llamar al (0971) 766-308 para acercar alguna colaboración.