La situación nuevamente subió de tono luego de que se registraran enfrentamientos con agentes antimotines de la Policía Nacional. Los manifestantes en esta ocasión arremetieron con mayor fuerza e ira contra la sede del Congreso Nacional, donde atacaron los portones y las rejas.
Numerosas personas tumbaron el enrejado perimetral del Palacio Legislativo y lograron derribarlo, para ingresar y tomar el Congreso. En ese momento los manifestantes comienzan a arrastrar los basureros del interior como un escudo, ínterin en que la Policía se replegaba.
Posteriormente, se registró un nuevo enfrentamiento entre protestantes y antimotines. Los primeros desde el predio del Congreso, con los rostros cubiertos con remeras y banderas paraguayas, comenzaron a arrojar cascotes contra los uniformados.
De acuerdo a los datos, serían aproximadamente 500 personas, que están divididas en tres anillos; el principal constituido por unos 150 individuos desde el cuartel de la Policía hasta la plaza del Cabildo; el segundo, ocupaba la zona frente al Cabildo y el tercero tomó la parte frontal del edificio del Congreso Nacional.
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El hecho se desbordó y otro grupo fue más allá para abrir un boquete en el blíndex del edificio ingresando al interior a través de la guardia del Senado. Luego se dirigieron a las oficinas de los parlamentarios y extrajeron las placas de los senadores Fernando Silva Facetti, Blas Llano y Ramón Gómez Verlangieri.