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En el octavo día del novenario en honor a la Virgen de Caacupé, cuyas festividades centrales preparan para el próximo martes 8 de diciembre, el líder católico desarrolló como tema central la misericordia como elemento básico en la vida de todo cristiano y aprovechó la ocasión para señalar la carencia de este don en las autoridades.
Gogorza recordó que “en el verdadero cristiano la misericordia es inherente a su vida”. “Por ello es inherente al sufrimiento en una sociedad como la nuestra, donde la impunidad es el pan cotidiano y donde vemos cómo la corrupción se ha convertido en algo normal”, lamentó.
Se preguntó “dónde están los cristianos, donde están las autoridades, dónde están aquellos que deben guiarnos para progresar como personas y paraguayos”, ante la realidad que se vive en las calles, en los hospitales y en miles de hogares. “Qué pena da ir a hospitales y ver tanta gente esperando atención, buscando remedios que no encuentran”, expresó.
Cuestionó “la insensibilidad ante tantos rostros de extrema pobreza, muchas familias viviendo así por la falta de trabajo o medios básicos para llevar una vida digna”. “Esto no es a mi parecer ni mucho menos una sociedad suficientemente misericordiosa como Dios quiere”, apuntó.
Recordó a las autoridades que “sin amor ni misericordia no hay vida cristiana” y señaló que “la persona humana no es objeto para nuestro propio beneficio”. “Es importante reflexionar sobre eso nosotros y quienes conducen nuestro país”, reclamó.
Insistió en que muchas familias viven “tanto dolor por motivo de falta de trabajo, los padres que deben salir del país”. “Quien es insensible no puede decirse discípulo del Señor”, concluyó el obispo emérito.