Una peculiar situación le tocó vivir a José Vallejos este domingo, cuando poco después de la medianoche llegó a su casa en el barrio Las Lomas de Asunción. Lo esperaban dos patrulleras, un automóvil particular y varios policías, algunos uniformados y otros de civil. Todos estaban allí por un caniche extraviado.
Al consultar qué ocurría, los agentes le dijeron que estaban esperando al dueño de casa porque probablemente allí estaba un perro perdido. Vallejos les dijo que los ladridos que escuchaban eran de su perro y no del caniche, pero aun así dejó que un agente verifique que se trataba de otro animal. “Pudiéndome negar, no lo hice, y voluntariamente dejé pasar a uno de los oficiales a verificar que efectivamente no estaba el caniche”, relató en su cuenta de Facebook.
En conversación con ABC Color, Vallejos dijo que no le molesta que alguien pida ayuda por su perro perdido, pero sí que una institución pública y de seguridad destine recursos del Estado a la búsqueda de un animal, cuando hay personas sufriendo inseguridad todo el tiempo. Todo el movimiento de los agentes, quienes estuvieron dando vueltas por el lugar durante aproximadamente una hora, quedó registrado en el circuito cerrado.
El jefe de la comisaría 10ª metropolitana, comisario Mauro Ojeda, reconoció que a “a la tardecita” del sábado hubo una denuncia formal por el extravío de un caniche y que el oficial que tomó la denuncia pasó por radio a las patrulleras del cuadrante las características del extraviado para que, en caso de divisarlo, lo rescaten. Acotó que probablemente los que buscaron al perro fueron agentes de seguridad privada de la familia afectada.
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Negó que se haya ordenado una búsqueda y, al saber de las imágenes que quedaron registradas, prometió averiguar si los policías de la expedición rescatista eran agentes de la dependencia a su cargo, ya que ese tipo de procedimiento no es normal, puesto que no se trataba de un robo, dijo.
