A medida que se acercan las fiestas de fin de año, es frecuente que se produzcan lesiones en las manos por explosiones, tanto en personas que las manipulan como en aquellas que las fabrican, aunque en menor medida.
Insisten en la no utilización de estos elementos por niños. Los artefactos explosivos en todo caso, deben ser manejados por personas mayores.
En general son más frecuentes los casos de menores en edad escolar los que sufren lesiones, prácticamente más de la mitad de los pacientes en el Servicio de Cirugía y Quemados del IPS.
Según estadísticas, en el servicio se reporta en promedio 5.000 pacientes atendidos en consultorio externo, más de 500 pacientes internados para cirugías, más de 600 operaciones mayores, cerca de 300 operaciones menores, y 100 por urgencias.
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Además se advierte del peligro que representa la comercialización de petardos en la vía pública, ya que los mismos están expuestos a las altas temperaturas, y es permanente el riesgo de una eventual explosión.
En caso de quemaduras los especialistas recomiendan echar solo agua fría sobre la zona afectada y protegerla con un paño limpio y, algo también muy importante, acudir lo más rápido posible al servicio de urgencia más cercano.