Según denuncia la abogada, existen jueces que llegan tarde a sus despachos, “insultando y maltratando a los justiciables, y convirtiendo sus juzgados en pequeños feudos, donde lo que menos importa es el imperio de la ley”.
Señala a la jueza Molas, a quien describe como su “ahijada”, y lo invita a que se traslade a su despacho “y tome al azar expedientes para que compruebe de lo que estoy hablando”.
Expresa que “abrazar la lucha por una justicia independiente, imparcial y honorable es una tarea titánica que únicamente los locos estamos dispuestos a sobrellevar”.
