Asegurados en el “infierno”

En la clínica Boquerón del Instituto de Previsión Social, asegurados vivieron “un infierno” este martes, debido a que los aires acondicionados no funcionaban en uno de los días más calurosos de esta semana. El director de la clínica evadió las consultas.

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Numerosos pacientes, en su mayoría pertenecientes a la tercera edad, vivieron horas de mucha incomodidad y malestares en la jornada de este martes, cuando fueron a ejercer su derecho de asegurados, buscando atención en Urgencias de la clínica Boquerón del Instituto de Previsión Social (calle Pa'i Pérez).

En el día más caluroso de los últimos meses, adultos mayores que fueron a consultar precisamente por encontrarse en malas condiciones de salud, tuvieron que sufrir la falta de aire acondicionado, un servicio que lejos de ser un lujo, es básico en la infraestructura de cualquier institución.

Un usuario de la Previsional, que se identificó plenamente con nuestro diario pero cuyo nombre preferimos omitir, relató que tuvo que aguantar el extremo calor teniendo la presión elevada, lo que empeoró su cuadro. Agregó que así como él, muchos otros asegurados la pasaron muy mal, con sus malestares sumados a la alta temperatura.

El ciudadano, que grabó un video denunciando la situación, relató que fue a reclamar a los funcionarios la falta de acondicionadores, y estos le respondieron que “los aires no suelen funcionar nomás luego”.

Indignado, el denunciante se preguntó cómo puede ser posible que no puedan cubrir un servicio tan indispensable, teniendo en cuenta que los descuentos que realizan a los asegurados son considerables e ineludibles.

ABC Color se puso en contacto con Pedro Kim, director de la clínica Boquerón, quien expresó que los aires estaban en proceso de mantenimiento. Se le solicitó que confirmara si era verídico que los acondicionadores no estaban funcionando, pero se negó a dar una respuesta afirmativa o negativa.

Se le consultó entonces desde cuándo no están funcionando y cuando culminaría el mantenimiento para volver a la normalidad. Pese a nuestra insistencia, el director no respondió a una sola de las preguntas y se expresó con evasivas, alegando que “la gente era mala” y que estaba manejando su vehículo en compañía de su familia.

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