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La constitución de la magistrada es en prosecución el hecho ocurrido el pasado 5 de enero, ocasión en que tres personas forzaron una de las entradas y se instalaron en el sitio alegando ser los propietarios del inmueble.
La Secretaría Parroquial Nuestra Señora de los Dolores de esta comunidad, se encuentra en litigio porque después de 34 años apareció Pedro Estigarribia, quien dijo ser hijo de Monseñor Herminio Estigarribia, quien fuera vicario de la Diócesis de Carapeguá.Dicho inmueble fue donado por la Fundación Concepción Ferreira a la Diócesis que se quedó con la administración y el usufructo del local.
La Jueza Mereles se limitó solo a escuchar a las partes en este caso a Rosana Ibarra, hija del “comprador del inmueble” y al párroco local Estigarribia quien estuvo acompañado del Abog. Céspedes y es el que lleva la causa.
La Diócesis representada por Juan J.Céspedes, presentó el pedido de “usucapión” ante el Juzgado de Otazú de Mereles quien se constituyó en el lugar el local de la Secretaría Parroquial para levantar inventario de los muebles, objetosque fueron arrinconados en una de las piezas.
Varias personas concurrieron frente a la Secretaría Parroquial para acompañar al sacerdote quien está reclamando se respete la cláusula de la donación que dice que el inmueble debe utilizarse para fines sociales. El Dr.Céspedes manifestó que aguardan para mañana que la Jueza se expida sobre el particular.
El padre Timoteo Ramón Estigarribia, párroco de esta comunidad, denunció que desde el pasado 5 de enero se encuentra suspendido la atención a los feligreses porque la Secretaría Parroquial se tomó por asalto por tres extraños y todas las documentaciones están secuetradas.
Hace algunos meses apareció Pedro Estigarribia (37) como heredero de monseñor Estigarribia y pidió que se abandone el edificio. Por lo que se judicializó el problema en cuestión.Ante dicha situación el heredero de Mons. Estigarribia vendió la propiedad a su suegro Bernardino Ibarra quien junto a su hija ingresaron en el interior de la Secretaría Parroquial y aseguran no saldrán porque ellos son los verdaderos propietarios del inmueble.
Durante el litigio, el hijo del sacerdote Estigarribia vendió la propiedad a su suegro Bernardino Ibarra. Por su parte, Rosana Ibarra de Estigarriba, esposa del hijo de monseñor, manifestó que su padre compró el inmueble para ayudarles porque necesitan un lugar donde vivir porque tienen hijos y les cedió para que puedan vivir allí.
Los afectados en este litigio presentaron sus respectivas denuncias en la comisaría local y el caso fue derivado al Ministerio Público de Ybycuí.