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Como cada año, la familia Aguilar Oviedo, de la compañía Tujutî Guasu de Villarrica preparó una serie de actividades en agradecimiento por los inmensos milagros de Kurusu Pedro Pablo que reciben desde hace décadas. Los lugareños celebraron el día con variados acontecimientos desde tempranas horas, también realizaron un gran karu guasu para toda la comunidad.
“Cada año nos reunimos en familia y organizamos este festejo a Pedro Pablo por su aniversario. Él es un angelito muy milagroso, nuestros padres iniciaron esta tradición hace más de 60 años y esta vez nosotros lo hacemos”, dijo doña Leonida Aguilar, de 72 años.
La actividad se inició a tempranas horas con oraciones al Kurusu Pedro Pablo, seguidas de un desayuno con leche chocolatada. Al mediodía realizaron un karu guasu con el tradicional so’o apu’a, locro, entre otros.
El calvario de Kurusu Pedro Pablo fue adornado con más de mil chipas que la misma familia cocinó. Al finalizar la actividad estas fueron repartida a la comunidad de Tujutî Guasu.
Según cuenta la historia, hace muchos años atrás una mujer había sido abusada sexualmente y a consecuencia de eso quedó embarazada. A los cinco meses de gestación la mujer perdió a su hijo y lo llamó Pedro Pablo.
Transcurridos los días un hombre que iba ir a servir en la Guerra del Chaco contó que se le apareció el niño que había perdido la mujer, de forma espiritual diciéndole que iría a la guerra, pero que volvería al día siguiente. El hombre fue a la guerra y al día siguiente le dieron de baja, tal cual como le había dicho el niño. Desde entonces la comunidad lo venera como un santo milagroso.
Cada año la familia Oviedo Aguilar, conformada por trece hermanos, entre mujeres y hombres dispersos por diferentes puntos del país como Ciudad del Este y Asunción, y algunos en Buenos Aires, Argentina, se reúnen en Villarrica para celebrar el día de Kurusu Pedro Pablo.