"La música no se puede usar gratis"

Alcides Roa, titular de Autores Paraguayos Asociados (APA), reafirma que el organizador de un cumpleaños familiar o un evento privado con al menos 40 personas debe abonar a la institución por la música que se oye o se canta en su karaoke.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/AYP5CBBR5FBNVN5BYFGCGOTUYQ.jpg

Cargando...

Es sábado de noche. Uno de los integrantes de la familia cumple años, y como se acostumbra hacer, decide festejarlo. Entre algunos familiares, amigos de la infancia, compañeros de colegio, facultad y trabajo suman al menos 55 personas. Entre las atracciones de la noche, además de la gastronómica, se prepara una computadora llena de música, conectada a un parlante. No faltará, tampoco, una sesión de karaoke para quienes intenten afinar.

La sorpresa es que, en el medio de la noche, un hombre toca la puerta y se anuncia como inspector de APA. ¿El objetivo? Cobrar la suma de "G. 140.000" por la recaudación de "derechos de autor". El ciudadano -o, como reza la ley, el usuario- estará obligado a pagar lo exigido. Es lo que recuerda Alcides Roa, el titular de APA, acerca de la Resolución Nº 1/09/2014 por la cual se pone en vigencia el nuevo plan tarifario para el cobro por los derechos autorales previstas en la Ley 1328/98, de Derechos de Autor y Conexos.

El diario ABC Color de la fecha publicó las tarifas generales de APA, que incluyen el sistema de cobro de derechos por ejecución pública (música en vivo) y de música ambiental (reproducción de pistas). ¿Está obligado, entonces, un particular, a abonar a un inspector de APA por un cumpleaños privado? "Sí. Porque resultase que el autor en ningún caso cede sus obras sin el pago correspondiente, que viene a ser el derecho que tiene el autor sobre sus creaciones intelectuales", responde a ABC Color el titular de la entidad. Roa subraya que APA es el administrador de sus obras, y el autor confía en la sociedad (de gestión colectiva) para sus cobros, y no admite -en ningún caso- que el autor libere esas creaciones.

"La música no se puede usar en forma gratuita", sentencia el presidente. "Siempre va a haber eso y va a haber el control y tiene que haber licencia para que pueda usar, y esa licencia la hace APA. Es un permiso para la difusión", agrega.

En caso de que el evento reúna hasta 15 y 20 personas, la exigencia no tendrá rigor. "Es el caso de la música dentro del ámbito domiciliario (...). Si, por ahí, notamos que hay entre 40 y 60, ahí sí empezamos a cobrar, y también se trata de tener un costo equitativo, que no sea muy oneroso para la gente", menciona.

El titular de APA aclara que para los casos de cumpleaños existe un control menor, pero que sí la exigencia es mayor alrededor de fiestas en general y en los grandes festivales. "Hay un control bastante rígido, porque tenemos que traer la planilla de difusión de esos eventos, para que se le pueda pagar a cada autor lo que le corresponde como creador".

Ante la pregunta sobre el mecanismo de control que la institución ejerce respecto a sus colaboradores, Roa se limita a hablar de la creencia en la "honorabilidad" de sus funcionarios. "Nosotros creemos en las personas, que todos son honorables y creemos en sus informes". A los distintos inspectores, según menciona, les corresponde un porcentaje del 20% sobre el valor recaudado, por su trabajo realizado. "Aparte de eso, tiene que traer el costo de entradas, la cantidad de personas y la boleta de ese evento".

Según afirma Roa, existen unos 50 inspectores de APA en la capital; y que en todos los pueblos existe un agente representante y uno o dos inspectores.

¿Qué ocurriría si el cumpleañero en cuestión se negara a efectuar el pago? "Realizamos una denuncia ante la Policía, para dejar constancia. La policía levanta el acta y eso nos sirve para actuar", menciona. "Podemos llegar a un juicio criminal también, pero a nosotros no nos interesa llegar a los tribunales, porque a veces la suma que tiene que pagar no es mucha... y molestarse le va a salir mucho más caro", estima.

Una sociedad de gestión colectiva es una organización creada por ley para el manejo colectivo de los derechos de autor y derechos conexos (intérpretes, productores). Esa es la función de APA, que tiene convenios, a su vez, para representar a distintas sociedades de gestión colectivas del mundo.

¿Qué ocurre, si un cantautor como Paul McCartney, Joaquín Sabina o Andrés Calamaro se presenta en Paraguay? El productor se hace responsable del pago del cachet para el show... pero también del pago de los derechos de autor del mismo artista que trajo. "Si es asociado de una sociedad, tiene que abonar el productor porque el artista viene y trabaja sobre su obra; su cachet ya cobró, ahora el derecho de autor cobra la sociedad, y luego la envía al exterior", asegura.

Igualmente, si una banda local como Kchiporros es reproducida o interpretada en México, la sociedad de gestión de ese país se encarga del cobro y, teóricamente, la enviará a sus autores hasta Asunción, a través de APA.

El titular de APA prefirió no puntualizar sobre casos recientes, pero sí señaló que actualmente tienen algunos casos en tribunales "de grandes empresarios que se resisten al pago". "Tenemos que justificar ante la sociedad hermana, de donde vienen los artistas, para estos megaconciertos, y hay que justificar si esta gente no nos paga. ¿Cómo justificamos? Hacemos una denuncia judicial y se le envía la copia de los expedientes, para que vean que APA está trabajando".

En 2013, la Memoria de APA señalaba que las recaudaciones globales de derechos de autor ascendieron a G. 17.144.548.004 (diecisiete mil ciento cuarenta y cuatro millones quinientos cuarenta y ocho mil cuatro guaraníes).

Respecto a la recaudación estimada para 2014, Alcides Roa se limitó a aclarar que la cifra es fluctuante, y que actualmente ascendería a unos 2,5 millones de dólares. "Dependemos del buen tiempo; a veces poca gente va a la fiesta. Cuando hay lluvia, no hay fiesta y en todo el país perdemos hasta 200 y 300 millones. Pero este año pretendemos llegar a los 3 o 4 millones de dólares", justificó.

En cuanto a la difusión de la música correspondiente a autores paraguayos, Roa expresó que "acá se difunde muchísima música paraguaya, a lo menor no tanto en capital, pero sí en el interior. En la capital se escuchan más obras extranjeras, pero ahora surgen muchos autores con grupos de jóvenes paraguayos", agregó.

Entre los artistas locales que más recaudan por derechos de autor, Roa mencionó a Kchiporros, a las agrupaciones de cumbia de Julian Crocco, Félix Pérez Cardozo, Emiliano R. Fernández, Quemil Yambay, entre otros. "Cachaca y reguetón es lo que más se escucha, y también la música paraguaya, aunque más en el interior", aseguró.

De todas formas, si prepara un cumpleaños -y aunque decida cantar un modesto karaoke-, es muy probable que tenga que preparar los G. 140.000 que puede exigirle alguno de los 50 inspectores de APA de la capital.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...