La obstetra detrás del milagro

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LIMPIO. La obstetra Blanca Duarte, que ayudó en el nacimiento de Ángel Ramón Domínguez González el 15 de agosto de 2002, fue quien había solicitado la mediación de Chiquitunga para que ocurra el milagro de devolverle la vida al bebé que no respiraba.

Duarte, quien ahora se desempeña en el Hospital Maternoinfantil de Limpio, relató que en el año 2001 había ido a trabajar en la ciudad de San Pedro del Ycuamandyyú como obstetra en el centro asistencial estatal de la zona. Al siguiente año, el 15 agosto recibió en el lugar a dos embarazadas, una de ellas la mamá de Ángel Ramón, Liz Marlene, quien estaba acompañada su esposo Ramón, ambos sordomudos.

“Llegaron de Nueva Germania, ubicada a 45 kilómetros del hospital distrital, en un camión de reparto. Ella solamente contaba con un documento donde tenía una consulta y ahí pudimos constatar que ya era un embarazo postérmino, es decir, de 10 meses”, rememoró.

La joven tenía todos los síntomas de un parto de alto riesgo, expresó. “Tras la auscultación y ruptura artificial de bolsa se procedió a la cesárea de emergencia. Nació la criatura, pero sin signos vitales y con el cordón umbilical en estado de descomposición”, comentó la profesional.

Señaló que en ese momento no supo cómo decirles o explicarles a los papás la mala noticia, ya que son sordos. Entonces, refirió, “lo llevo –al bebé– al otro sector del quirófano y comienzo con el procedimiento de reanimación. Pasaron diez minutos y nada. Se trajeron tres balones de oxígeno en el lapso de 20 minutos. Luego viene llegando el anestesista con el suyo y hace el mismo procedimiento, y es entonces que, llorando y con los brazos abiertos, le pido a Chiquitunga que interceda a su favor para que obre el milagro de la vida”.

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Relató luego que “pasaron 30 minutos después de varios intentos de reanimarlo con respiración boca a boca, y, de repente, cuando ya se debía decir lo ocurrido a los padres, el niño comenzó a respirar, dando los primeros latidos y suspiros en el mundo, y sin complicaciones físicas”.

Hoy esa persona que nació con complicaciones tiene 15 años de edad y estudia en el primer curso de la media en un colegio nacional, además trabaja como ayudante de albañil “cuando hay trabajo”.