El proyecto es implementado por las organizaciones no gubernamentales Oxfam y Tierra Libre y es financiado por la Unión Europea.
Según los propulsores del proyecto, desde la segunda mitad del siglo XX, fracciones de la población indígena del Chaco paraguayo fueron migrando a los “centros urbanos” y a pesar de que la población indígena urbana representa en Filadelfia y Neuland el 53 por ciento y 66 por ciento de la población, enfrentan actualmente el aislamiento, la discriminación y la vulneración de sus derechos.
El proyecto busca analizar la situación de los Derechos Humanos en la población indígena urbana de Filadelfia y Neuland, para desarrollar campañas multimedia de sensibilización y de capacitación, fortaleciendo de esta manera las capacidades de incidencia y exigibilidad de la población afectada y realizar acciones ante las autoridades públicas locales, regionales y nacionales, para garantizar la protección y participación de la población indígena migrante urbana.
Será implementado desde marzo 2016 hasta febrero 2018, con más de 8.000 indígenas y 180 funcionarios públicos beneficiados, según se dio a conocer.
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Durante el acto algunos lideres indígenas cuestionaron porque no hubo consulta previa en las comunidades, a lo que se les respondió que se informó a algunos lideres.
El intendente de Mariscal Estigarribia Elmer Vogt (PQ), a cuyo distrito pertenece Neuland, no estuvo presente en el acto, mientras el intendente de Filadelfia Holger Bergen (PQ) afirmó que es nuevamente uno de los tantos proyectos que vienen a realizarse en la zona sin siquiera antes hablar con las autoridades locales y aparentemente, según el reclamo de algunos indígenas, tampoco se hizo consulta previa a los mismos.
“Desde el municipio de Filadelfia se solicitará las informaciones correspondientes, para poder opinar debidamente. Tampoco resaltó el monto del proyecto, que será ejecutado durante dos años en comunidades de Filadelfia y Neuland”, apunto Bergen.
Por su parte el secretario de Pueblos Originarios de Boquerón, Juan Carlos Irala, señaló que hay algunos puntos del proyecto, que se tiene que aclarar todavía. “No me cierra bien el objetivo final, fue un proyecto muy rápido y es cuestionado por los lideres, porque algunos pidieron la consulta previa, que no se hizo”, dijo.
Para Irala los gobiernos locales deben ser cooperantes del proyecto “porque estamos trabajando con los indígenas aquí”.
Irala cuestionó también la terminología de “indígenas migrantes”, señalando que “para mi no son migrantes, son dueños de la tierra, son paraguayos”.
El secretario reveló también que ayer en la gobernación el equipo propulsor les dijo que el monto destinado por la Unión Europea para este proyecto son 139.000 euros, unos G. 890 millones, monto que hoy durante el lanzamiento no se dio a conocer.