Una larga fila de vehículos se extiende desde la entrada al puerto hasta una conocida fábrica de cervezas sobre la avenida Perón, informó Jorge Cañete, periodista de ABC Color.
La misma situación ocurre en el lado argentino, teniendo en cuenta el flujo de compatriotas residentes en la Argentina, que aprovechan los días santos para visitar a sus familiares en nuestro país.
Debido a la cantidad de vehículos, el avance es lento, más aún porque solo dos balsas operan para ambos lados del río.
Cada una tiene una capacidad total de 30 automóviles; si se incluyen camiones, la cantidad de vehículos se reduce a 15.
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De momento no hubo reclamos de los automovilistas, por tratarse de la única opción en el área metropolitana para pasar a la Argentina y viceversa, hasta que el puente San Ignacio de Loyola retome su flujo habitual.
Se espera que para el mediodía se habilite cruce fronterizo Falcón-Clorinda, para regularizar el flujo de personas tanto de entrada como salida del país.