En un documento de declaración testimonial que corresponde al mes de abril, pero se filtró recién ahora, aparecen las numerosas preguntas a la que fue sometido el comisario Prudencio Burgos Roa, quien prestó servicios durante la revuelta ciudadana que derivó en la quema del Congreso Nacional, el pasado 31 de diciembre.
Ante la consulta del fiscal de la Unidad Especializada en Convivencia de las Personas, Eugenio Ocampos, el uniformado declaró que fue el propio comandante de la Policía Nacional, Críspulo Sotelo, quien ordenó que tanto personal masculino como femenino fuera a apostarse al resguardar del edificio legislativo, pero sin armas.
De su afirmación se deduce que hubo una orden “de arriba”, de desproteger el Congreso adrede. “Lo ordenó el señor comandante en ese momento”, fue la frase textual de Burgos Roa.
Se le consultó también cuál es la orden que recibió de la orden jerárquica superior, cuando se dio el incendio, para poder resolver la situación. Ante esto respondió que convocaron a los bomberos para detener el fuego, pero fue imposible que los mismos llegaran, “porque la turba impedía que avancen”, lanzándoles todo tipo de objetos contundentes e incluso petardos, siempre según Burgos.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Declaró también que en ese momento sí se tuvo que utilizar la fuerza para dispersar a los manifestantes y permitir que los voluntarios combatientes llegaran a controlar el siniestro.