Según la fiscal Uemura, tras verificar un circuito cerrado en donde se puede observar como los dos delincuentes huyen a pie hacia el lado brasileño, luego de arrojar su arma en un surtidor de vecino país.
Posterior a la verificación del circuito cerrado y las manifestaciones de varios testigos, la representante del Ministerio Público ordenó la liberación de Arcindino Correia Da Silva, quien posee una gomería en el lado brasileño y en donde se refugio uno de los sicarios, Diego Jacobsen Dos Santos, que finalmente fue detenido junto a Correia Da Silva, quien ya fue imputado por Uemura.
