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Los productores hortícolas de la zona, particularmente los sonetos ya estaban desesperados por la falta de agua y las altas temperaturas, que no permiten un buen desarrollo de las plantas, afectadas por el stress calórico.
"Los horticultores todavía tenemos la posibilidad de contar con sistemas de regadío, pero los cultivos de soja literalmente se calcinan bajo el sol, señaló un productor.