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Vilmar “Neneco” Acosta, Wilson Acosta y Flavio Acosta Riveros, tíos y sobrino respectivamente, conversaron constantemente a través de sus celulares aquel 16 de octubre, día en que mataron a Pablo Medina y Antonia Almada. La última comunicación fue a las 14:28 entre Flavio y Wilson, los dos supuestos autores materiales del homicidio, cinco minutos antes del asesinato, ocurrido a las 14:33.
Posteriormente, a las 15:33, una hora después del atentado, Vilmar “Neneco” Acosta llamó a su hermano Wilson para conocer el “éxito” del plan, según la investigación de la fiscalía y la policía. Flavio fue el que, según la Fiscalía, actuó de “campana” y se le adelantó a la camioneta de Pablo Medina para interceptarlo. Luego, se encontraron en un escondite. Primero llegó Flavio, luego Wilson, a través del camino de una estancia, según los datos.
De ese escondite salieron Wilson Acosta –identificado por el testigo del crimen– y su sobrino Flavio, para luego abrir fuego contra el periodista y su acompañante. Estas informaciones son las que maneja la Fiscalía a raíz de la investigación hecha en las triangulaciones de teléfonos celulares. A través de las antenas en la zona, se logró comprobar que esas dos personas estuvieron en la zona en donde fue asesinado Pablo Medina y Antonia Almada.