Los afectados por este proyecto (propietarios y comerciantes) se oponen a que se prosiga con los planes establecidos por el Gobierno, porque dicen que acabará con la actividad comercial a lo largo del trazado y derivará en la pérdida de miles de empleos.
En las últimas semanas los afectados realizaron varias movilizaciones ante el inminente inicio de las obras civiles. Incluso, presentaron un hábeas data, solicitando información sobre el proyecto, del que dicen se maneja de forma poco transparente.
Las obras civiles del metrobús fueron adjudicadas a la empresa portuguesa Mota-Engil, cuyo contrato con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) es por US$ 52 millones. El inicio de las obras está previsto para dentro de pocas semanas e incluye la construcción de los carriles, la reconstrucción de las veredas, de un sistema de desagüe cloacal, pluvial, entre otros.
Estas obras deben estar culminadas para diciembre del próximo año, según lo previsto en el proyecto, mientras que en breve debe licitarse la compra de los buses que compondrán la flota del sistema.
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