“Al culminar el primer año (de gobierno) y vamos a hacer una evaluación. Por más que yo les quiera mucho a ellos, si no funciona su gestión, no puedo mantener por una cuestión de sentimiento a personas que no están cumpliendo”, advirtió Abdo Benítez, que ayer se reunió con todos ellos para evaluar sobre todo el nivel de ejecución presupuestaria.
Indicó que si bien son pocos los casos donde el uso del dinero presupuestado es menor al promedio de años anteriores, la actual crisis y la desaceleración de la economía local exigen un esfuerzo por sobre el promedio.
“Lo que estoy pidiendo -de manera que no afecte tanto esta crisis a la economía nacional- es no solamente mantener los niveles de ejecución presupuestaria, sino que pedí a los ministros hacer un enorme esfuerzo para contrarrestar esta enorme desaceleración económica y mejorar nuestra gestión. Mejorar inclusive por encima del promedio que tenemos”, explicó.
“Tengo que decir que los resultados que vimos en general es muy bueno, en términos a comparación a los primeros trimestres de los últimos 5 años (Gobierno de Horacio Cartes). Lastimosamente hay que comparar no para competir, sino que para tener algún tipo de referencia”, dijo queriendo aminorar la eventual controversia que pueda generar compararse con el exmandatario correligionario.
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No quiso mencionar las instituciones que están más flojas en ejecución, pero citó algunas en las que depositó mayor presión como el caso del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y el Ministerio de la Vivienda y el Hábitat (MUVH), por los recursos que tienen.
Otra en la que tiene doble expectativa es la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), ya que, además de dinamizar la economía, el desarrollo de su infraestructura es vital para un mayor y mejor consumo del excedente de energía de las hidroeléctricas, esto a puertas de la renegociación del Tratado de Itaipú.
“Este va ser el año del récord histórico en llamados de la ANDE, en el sentido de que nosotros -para garantizar una buena negociación con Itaipú y Brasil- tenemos que hacer nuestra parte”, refirió.
Igualmente, se inhibió de opinar sobre el caso Víctor Bogado, tirándole la pelota al Senado sobre la definición de la pérdida de la investidura. “Es una decisión que va a tomar el Senado. Hay que escuchar a la ciudadanía, pero ese es un debate que van a hacer los legisladores”, se limitó a decir.