La victoria más ajustada de la era democrática

Desde la caída de la dictadura hasta la fecha, Mario Abdo Benítez es el candidato que ganó las elecciones presidenciales con la menor ventaja: apenas el 3,7%. El colorado será el séptimo mandatario de la era democrática.

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Con el correr de los años, las elecciones presidenciales se vuelven cada vez más competitivas. Desde la caída de la dictadura hasta la actualidad, hemos tenido seis mandatarios. Mario Abdo Benítez (ANR) será el séptimo y se ha convertido en el ganador de las presidenciales con menor margen de diferencia. 

El primer presidente democrático tras la caída de Alfredo Stroessner fue Andrés Rodríguez (ANR), quien en 1989 ganó con el 74,1% de los votos (882.957). Logró una diferencia del 53,87% sobre el candidato liberal Domingo Laíno Figueredo, hasta ahora la victoria más amplia y contundente.

Fue seguido por Juan Carlos Wasmosy, quien ganó en 1993 con un 39,3% de los votos. La diferencia fue del 7,2%, también sobre Laíno. Cinco años después, Raúl Cubas Grau ganaba nuevamente a Laíno, con una diferencia del 11,14%. 

Nicanor Duarte Frutos, siguiendo con la hegemonía de la ANR, ganó con un 37,14% de los votos, sobre Julio César Franco en 2003. La diferencia fue de 13,19%. Fernando Lugo llegó para romper con la hegemonía momentáneamente en 2008, ganando las elecciones con el 40,9% de los votos y una diferencia de 10,27% sobre Blanca Ovelar.

Horacio Cartes recuperó el poder colorado en 2013, con una diferencia de 8,91% sobre Efraín Alegre. Finalmente, ayer Mario Abdo Benítez obtuvo el 46,44% de los votos, ubicándose apenas con el 3,7% de diferencia sobre Efraín Alegre, el candidato de la Alianza Ganar, que logró el 42,74%.

El politólogo Dr. José Nicolás Morínigo destacó la baja participación juvenil en estas elecciones generales (apenas el 20%). “Eso es preocupante porque nuestro proceso de democratización no está calando y esto es una cosa que no es insólita porque tampoco tienen una práctica sobre el proceso electoral democrático y allí está el grave error”, señaló

Mencionó que cuando viajó a Costa Rica le sorprendió cómo los niños participan en elecciones desde la escuela hasta la secundaria. “Hay toda una vivencia de todo el proceso electoral”, señaló y celebró el proyecto que se inició ayer con la votación de adolescentes y niños que organizó el TSJE en cuatro instituciones.

“Me parece que es el método que se tiene que utilizar pero no en lugares puntuales sino en las escuelas públicas de todo el país”, agregó. Acotó además que la prensa tiene un protagonismo importante y debe asumir su responsabilidad de informar y no crear desinformación, ya que todos los medios dicen cosas diferentes y los ciudadanos ya no saben a quién creer.

“Me preocupa que nuestro proceso democrático empezó con mucha expectativa pero cada vez (estamos) peor”, lamentó el analista político.

En cuanto a los candidatos políticos, cuestionó el poco nivel de debate existente. Dijo por ejemplo que el único debate presidencial que se realizó parecía una exposición de temas. “No se veía cuál era el nivel de diferencia porque no había esa posibilidad de diálogo entre las partes”, aseguró,

El Dr. Morínigo lamentó este “grave error”, puesto que los candidatos a Presidente mínimamente deben tener capacidad para hacer exposiciones y debatir sobre sus propuestas. Además, indicó que las mismas campañas electorales fueron muy flojas. “No entiendo cómo se puede tener temor a discutir si uno quiere ser el conductor del Estado”, expresó.

La pobreza, la educación y el desempleo son problemas graves que nos aquejan y que no fueron de gran relevancia dentro de las campañas de los candidatos, mencionó en otro momento.

Finalmente, habló sobre las encuestas de boca de urna y mencionó que no se hacen con el rigor que se merecen. No se tienen en cuenta los criterios metodológicos y, probablemente, por ello ocurrieron esas grandes diferencias en las primeras horas y, al final, el margen fue mínimo. 

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