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Seis hombres vestidos con ropa de camuflaje irrumpieron en un retiro de la hacienda Ka’aguy Poty donde estaban dos hombres; a uno de ellos, los desconocidos le entregaron un panfleto y un disco compacto y le obligaron a entregarlos en el casco central de la estancia, en tanto que a su acompañante, al que finalmente mataron, quedó en el sitio, en donde finalmente la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) lo encontró.
El retiro de la hacienda fue incendiado tras el crimen. Ambas personas dentro de la estancia se desempeñaban como guardias de seguridad. Los que vestían camuflado se llevaron las armas de fuego que había en el sitio.
El contenido del panfleto aún no fue dado a conocer, por eso se desconoce quiénes son los responsables del crimen de Basilio Dávalos, de 23 años. El cuerpo se encuentra ahora en la morgue del hospital regional de Concepción, adonde llegó en una ambulancia de la FTC.