MEC explica sistema para establecer precios

Autoridades del Ministerio de Educación (MEC) visitaron la redacción de ABC Color para explicar cuál es el proceso técnico que utilizan para establecer los precios promedio del pan lacteado, que cuesta casi G. 20.000 el kilo.

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El director de Contrataciones del MEC, Gustavo Ramírez, explicó a ABC Color que los precios establecidos en la subasta a la baja electrónica para la merienda escolar, son solamente “referenciales”, y que no significa que pagarán necesariamente ese precio.

Aseguran que se basaron en precios referenciales que utilizan como parámetros, que obtuvieron a través del sistema de información de contrataciones públicas que tienen en su base de datos en base a llamados anteriores, y consultando precios a distintas empresas que ofertan en el mercado.

Describieron el proceso que realizan para fijar estos precios referenciales de la siguiente manera.

Según el MEC, el procedimiento técnico para la obtención de precios tiene tres modalidades:

1- Piden el presupuesto a diferentes empresas que se encuentran registradas, y estas empresas responden con su precio referencial. En este caso, dicen, de los cinco presupuestos solicitados, los dividieron entre cinco, y así obtuvieron un precio.

2- Se toman tres presupuestos ofertados de licitaciones anteriores, se dividen entre tres, y se obtiene un precio referencial.

3- Se toma el precio promedio de dos llamados anteriores, se realiza la sumatoria, se divide entre dos, y arroja el precio referencial.

En otro momento, Ramírez afirmó que por más consultas que realizaron en supermercados, no pudieron constatar que los panes lacteados cuesten 5.000 y 6.000 G. el kilo. Sin embargo, los propietarios de las panaderías La Tabla y Domini Pani, aseguraron que el precio máximo que podrían solicitar por un pan con estas especificaciones técnicas es de G. 8.000.

Gerónima Gill, de Domini Pani, mencionó que, de acuerdo a los ingredientes y especificaciones que pide el MEC, cualquier panadería convencional podría realizar el trabajo. Añadió que, aún sumando los costos de traslado y logística, el precio de G. 20.000 es elevado.

Mario Flores, de la panadería La Tabla, aseguró que aún cobrando G. 10.000 el kilo de pan al MEC, en el hipotético caso de que estuviera participando de la licitación, estaría teniendo un margen de ganancia interesante.

Desde el momento de pedir precios referenciales, el MEC no recurrió a un local proveedor del producto, sino directamente a los supermercados, que, como es bien sabido, comercializan el producto en forma tercerizada, ya con un margen de ganancia por ofrecerlo en góndolas.

Si se recurriera al precio del fabricante, podrían encontrar ventajas, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una compra en gran cantidad, donde debería haber cierto tipo de descuento.

Entre otros de los argumentos esgrimidos por autoridades del MEC, señalaron que el proceso de desayuno y merienda “es un megaemprendimiento”, donde se debe asegurar la llegada del producto a los colegios.

Otra de las justificaciones a las que recurrieron para argumentar el precio, es que la merienda escolar exige que el empaquetado se haga “por cada pan”, por lo que, según dijeron “eso lleva más costo de producción”.

Añadieron que la empresa ganadora se hace cargo de la distribución, y toda la logística “está incluida en el precio”.

Consultados entonces, acerca de los motivos por los cuáles no hicieron una discriminación de presupuesto, apartando los ítems referentes a traslado, empaquetado y distribución, reconocieron que era “una buena sugerencia”, pero que la institución “busca asegurar la totalidad del proceso en una sola empresa por una cuestión de practicidad sino se tendrían que hacer gastos presupuestarios distintos, llamados distintos, que podrían ocasionar retrasos en el proceso”, manifestó el director de Contrataciones.

Mencionaron además que si existen empresas que ofrecen el pan producto a “un precio bajísimo, sería fantástico que se presenten al llamado a licitación para competir”.

“No podemos como Estado ir a comprar directamente al más económico. Si tienen la capacidad técnica, legal y económica que permita dotar una ejecución del contrato, se le va a adjudicar a esa empresa”, aseguró Ramírez.

Por otro lado, sostuvieron que la subasta a la baja electrónica no es un “remate al mayor postor”, sino que las empresas “compiten y van bajando”, los precios en base al precio referencial.

En todo momento las autoridades del MEC insistieron en señalar como referencia de precio a la marca Bimbo, la más cara del mercado actual. Cuando se les preguntó si estaban en condiciones de garantizar que el pan que darían a las escuelas sería de la calidad de aquella marca, teniendo en cuenta las experiencias de años anteriores que demuestran que el pan está lejos de tener esa calidad, se limitaron a responder que “esto significa una mejora”, pues en este llamado pretendían dar un pan mejor a los escolares.

Un recorrido por licitaciones de años anteriores demuestra que desde el 2011, el MEC viene pidiendo pan lacteado y siempre las licitaciones se declaran desiertas, llegando finalmente un pan común a las escuelas.

Quisimos saber cuál es el motivo de este hecho. En respuesta señalaron que no podían hablar de administraciones anteriores, y que “pudo haberse dado esa situación, pues no siempre las empresas pueden llegar a cumplir con las condiciones que pedimos”.

Consultados sobre qué pasaría si las empresas licitantes se presentan con propuestas de precios que están establecidos por encima de los precios que pusieron, aseguraron que no pueden incrementar los costos por encima del 20 % del precio referencial, según está establecido en la Ley de Contrataciones Públicas.

Preguntados sobre los precios de los otros alimentos, como la banana y el palito, afirmaron que se realiza "el mismo procedimiento que ya explicamos", para promediar los precios.

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