Miles de peregrinantes llegan hasta la Virgen de Itacuá

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ENCARNACIÓN. Miles de peregrinantes llegan desde el lunes a la tarde al santuario de la Virgen de Itacuá, a orillas del río Paraná.

Este lugar, además de ser centro de devoción religiosa y peregrinación para los fieles durante las celebraciones marianas cada 8 de diciembre, es un sitio de extraordinaria belleza y de gran atractivo turístico.

Un importante despliegue de policías de tránsito conduce a vehículos y a la multitud para que no haya embotellamientos. Cada año la cantidad de feligreses se mantiene en aumento con la llegada de peregrinos locales y extranjeros para participar de la misa central de hoy a las 07:00 de la mañana.

En una fresca mañana, con muy buen tiempo y a pleno sol, los fieles desfilan frente a la imagen de la Virgen de Itacuá, a metros del río Paraná, agradeciendo o pidiendo favores. Una fiesta mariana cada 8 de diciembre, coincidente con las celebraciones de la Virgen de Caacupé.

La iglesia tiene la forma de un barco, con la proa (parte delantera) apuntando hacia el río. El altar está ubicado en ese lugar y es totalmente vidriado. Las puertas principales de acceso al público se encuentran en la popa (atrás). Desde arriba la imagen que ofrece es algo parecida a un arca, totalmente cerrada, con techo de zinc.

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La forma de barco es en memoria de aquellos navegantes que en el siglo pasado habían hecho nacer la costumbre de venerar y rendir devoción a la Virgen de la gruta. La superficie que abarca todo el complejo es de unos 6.700 metros cuadrados.

Frente al acceso principal del templo existe una gran explanada arbolada con sistema de iluminación y en un sector ubicado frente a la “proa” del templo, un sendero peatonal rodea en semicírculo a la iglesia y pasa frente a la imagen de la Virgen. El lugar se convirtió en sitio de veneración a la Virgen desde las primeras décadas de 1900, y se origina en los testimonios de navegantes que empleaban el río, única vía de comunicación de entonces, entre esta zona y el Alto Paraná.