Mintió con “doctorado”

La Ministra de Defensa del Paraguay, María Liz García de Arnold no recibió ningún título de Doctora en Derechos Humanos tal cual ella ratificaba hace unos días.

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El Profesor Doctor Celso Hiroshi Iocohama, coordinador del Masterado en Derecho Procesal y Ciudadanía de la Universidad Paranense (UNIPAR), del Campus Umuarama, realizó un desmentido oficial alegando que no entregaron ningún título a ningún profesor paraguayo, entre ellos “la Profesora”. Agregó que la universidad no tiene títulos de ese grado académico.

A iniciativas del diario ABC Color, con el apoyo del periodista Fernando Rodrigues, de Folha do Sao Paulo; el Profesor Celso Hiroshi Iocohama, coordinador del Masterado en Derecho Procesal y Ciudadanía de UNIPAR, confirmó categóricamente que “ningún título fue otorgado a los profesores paraguayos visitantes y, entre ellos, la Profesora”.

El escándalo sube de punto por cuanto hasta el final la Ministra de Defensa defendió poseer el título, la misma aseguraba que simplemente no lo había traído porque era un mero acto administrativo y hasta envió copia de su supuesta tesis de defensa doctoral a través del abogado Hugo López.

Si a todo esto se suma que quien ahora la desmiente era el supuesto Presidente de la mesa examinadora, estamos en presencia de un escandaloso caso de supuesta falsificación y usurpación indebida de títulos académicos.

Un único antecedente semejante data durante el gobierno de Nicanor Duarte Frutos, cuando el entonces Viceministro de Tributación Andreas Neufeld dimitió al cargo en junio del 2007 al comprobarse que había mentido en su título de ingeniero civil supuestamente recibido en Bolivia.

El entonces Viceministro tomó la iniciativa de la renuncia acosado por las denuncias periodísticas e incluso confirmó que no tenía el título porque no había defendido una tesis. En aquella oportunidad Neufeld llegó inclusive a ser imputado por el fiscal Martín Cabrera, del Ministerio Público.

Si el escándalo afecta más directamente a la Ministra de Defensa, también salpica al Ministro de Educación Horacio Galeano Perrone y al Defensor Adjunto del Pueblo, Edgar Villalba. La Universidad asegura que ninguno de ellos recibió ningún título de doctorado.

“Según informaciones obtenidas –dijo Iocohama- hay un convenio de cooperación académica, científica y cultural internacional firmado entre UNIPAR y la UMA (Universidad Metropolitana de Asunción, donde García es rectora). El convenio se refiere al intercambio de investigaciones y estudios, publicación de obras literarias y trabajos de sus alumnos y profesores, a través de cualquiera de sus cursos autorizados por el Ministerio de Educación”, agregó la autoridad universitaria de UNIPAR.

“Con motivo de la firma del referido convenio y como marco simbólico de su realización, fueron presentados algunos trabajos de los profesores visitantes ante la comunidad académica, entre los cuales estaba la Profesora María Liz García de Arnoldo (sic), sin que ello tuviese que ser atribuido a algún título académico en especial, o de doctorado, ya que la Universidad no estaba –y aún no está- contemplada con un Programa de este nivel”, ratificó Iocohama.

“Ningún título académico fue atribuido a los profesores visitantes que presentaron trabajos y formaron parte de una mesa constituida para honrar las investigaciones y las exposiciones producidas en el país de origen (Paraguay) y recepcionadas por la comunidad científica en la calidad que ellas fueron producidas, según entendimientos de aquella época”, finaliza en su misiva Celso Hiroshi Iocohama.

Tras hurgar en la historia oficial que contaba la Ministra, y que envió a través del abogado Hugo López hasta nuestra redacción, nuestro diario ya había chequeado que lo que ella informaba que había sido la presentación de una tesis sobre “La Aplicabilidad de los Derechos Humanos en la seguridad multidimensional para lograr medidas de confianza en la República del Paraguay”; en puridad parecía haber sido una disertación sobre “Aplicabilidad de las normas de Derechos Humanos”, además de la firma de un convenio.

Reconstruyendo piezas se pudo acceder a la información de que aquel día, viernes 22 de mayo del 2009, la Ministra que entonces era Rectora de la Universidad Metropolitana de Asunción (UMA) leyó –igual que el actual Ministro de Educación Horacio Galeano Perrone y el actual Defensor Adjunto del Pueblo Edgar Villalba– una ponencia frente a un auditorio.

Después de leer sus disertaciones, se firmó un convenio entre la Universidad UNIPAR de la pequeña comunidad brasileña de Umuarama y la Universidad Metropolitana de Asunción (UMA, de su propiedad).

La ministra de Defensa envió también una supuesta acta de defensa de tesis, en la que consta que la ejerció en una reunión pública y dentro del marco de un convenio. Uno de los supuestos firmantes de esa acta, el Prof. Antonio Bernardo Silva (Secretario General de postgrados), es justamente quien declaró a ABC Color que la Universidad carece de doctorados. “No tenemos cursos de doctorados, solo maestrías”, dijo Bernardo.

Sin embargo, aquella ceremonia de una mañana de mayo del 2009 bastó para que la actual Ministra de Defensa haya ostentado durante varios años – tres para ser más exactos – un inexistente doctorado que aún ondea en su curriculum de Ministra de Defensa del Paraguay.

Cuando requerimos a la actual Ministra de Defensa si aquello no había sido un “doctorado express” semejante al que ganan los brasileños que vienen al Paraguay y tras un corto curso vuelven con sendos títulos académicos, la Ministra desmeritó la consulta. “La calificación, querida señora del alma, la está poniendo usted. Yo soy una persona de la academia, respeto la academia, he estudiado muchísimo y este es un trabajo de investigación de tres años, que está a la vista de todos”.

“El acto existió, el documento existe y esto es algo que lo tengo en mis manos. Cualquier cosa contraria, tendré que yo recurrir como corresponde, si corresponde. Yo señora, en derechos humanos, me enseñaron a no poner adjetivos. Esta persona que habla hizo toda la investigación correspondiente y presentó como corresponde”.

“La única cosa que le pido y, usted me va a disculpar, es el respeto a algo que existió y que tengo en mis manos y que lo hice señora. Tengo que reservarme todo lo que sea contrario a esto, porque no he mentido. El acto existió, está filmado. Qué más que la filmación de todo esto y el documento original que tengo en mis manos. Espero esa atención. Otra cosa ya no tengo que decirle”.

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