“Estamos en un proceso que no puede parar ni esperar. Esta es una oportunidad para los inversores y una magnífica coyuntura para que el Paraguay recupere el tiempo perdido”, declaró el ministro durante su exposición en el auditorio del BBVA, en Asunción, a invitación de la Cámara Española de Comercio.
Señaló que para el primer semestre de este año se estarán adjudicando licitaciones por valor de US$ 1.800 millones, mientras que entre 2017 y 2018 está previsto que se hagan llamados para obras y servicios por US$ 2.128 millones. Agregó que esas obras se enmarcan en el Plan Maestro de Infraestructura, Transporte y Logística aprobado por el Gobierno en 2013, que se plantea elevar la inversión en infraestructura al 3,5% del producto interior bruto (PIB).
“Es decir, una ejecución de US$ 1.000 millones anuales. Confiamos que llegaremos a ese objetivo en el 2018”, dijo el ministro ante un público compuesto por empresarios e inversores. De acuerdo con Jiménez Gaona, su ministerio hizo en 2014 y 2015 llamados a licitación de obras públicas por valor de US$ 3.166 millones, lo que representa el 62% de todas las ofertas realizadas en los últimos 12 años.
Añadió que Paraguay ofrece a las empresas instrumentos legales que garantizan la igualdad de oportunidades y la seguridad jurídica, tales como la ley de Alianza Público-Privada, que habilita la participación privada en el sector público. Mencionó también la modalidad de llave en mano, en que las firmas interesadas deben incluir en sus propuestas la fuente de financiación para su posterior repago por parte del Estado.
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El ministro resaltó que esas dos fórmulas son las que fundamentan las licitaciones en obras estratégicas contempladas para el primer semestre de 2016. Según el ministro, todos los proyectos atienden a criterios de seriedad y transparencia y tienen como meta modernizar uno de los sistemas de infraestructuras más atrasados de la región y hacerlo con la colaboración de la inversión extranjera.
“Somos un país con una enorme necesidad de infraestructura y con una ubicación estratégica que pude convertirnos en la bisagra de la conectividad entre el Atlántico y el Pacífico, la plataforma ideal para la interconexión aérea en la región y el puerto seguro para a conexión fluvial a través de la hidrovía”, dijo el ministro.
