MOPC habla de un “sabotaje”

Al tratar de dar una explicación sobre la formación de la "superpileta" en el túnel del viaducto Rodrigo Quitana, el MOPC asegura que obedeció a una falla del tablero que acciona automáticamente el sistema de bombeo. Se insinúa un posible sabotaje.

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La secretaría de Estado señala que, de acuerdo a las primeras verificaciones técnicas realizadas en la estación de bombeo del superviaducto, la falla que ocasionó que el túnel se inunde fue del tablero que acciona automáticamente el sistema de drenaje.

Al respecto, el jefe de Ejecución del ministerio, Ing. René Peralbo, afirmó que esto pudo deberse a una "manipulación" del mismo, por lo que no se descarta un posible acto de sabotaje. Aclaró, no obstante, que el percance fue subsanado en cinco minutos, accionando el sistema manual, y que la empresa encargada se encuentra aún en el lugar realizando las verificaciones técnicas correspondientes.

"Llama poderosamente la atención esta situación, porque ya tuvimos tres lluvias importantes y el sistema automático de bombeo funcionó correctamente", agregó. Aseveró que, en caso de ser un sabotaje, no sería la primera vez que el MOPC sufre este tipo de "actos vandálicos", ya que en enero del año pasado ocurrió lo mismo en el túnel de Semidei. Según el ministerio, en aquella ocasión fue violentado el tablero de control de luces led del túnel y el hecho fue denunciado a la Fiscalía.

Se cumplen pronósticos

Al respecto, el ingeniero Hermann Pankow lamentó que con la formación de la "superpileta" en el túnel se cumplen los pronósticos y advertencias realizadas a tiempo. "Esto pasa por la reducción de la losa, haciéndola dependiente del bombeo permanente: si falla la bomba o el drenaje, tenemos estos problemas que incluso van a terminar dañando la losa misma del fondo del túnel", alertó.

Aseveró que esta estafa al país deja rastros; sin embargo, la Fiscalía, la Contraloría y el Congreso nacional nada están haciendo aún, criticó. "Esto pasa cuando se permite a la empresa (española, Isolux-Corsan), que paga sobornos, efectuar reducciones al proyecto y construir sin fiscalización", expresó.

Agregó que por esas razones siempre se lo ve al ministro (de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona) defendiendo él mismo cuestiones técnicas, sin ser ingeniero. "Además, no permite que un técnico del ministerio hable con la prensa, porque podría delatar el negociado si dice la verdad", enfatizó.

 

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