Mujer describe dura realidad

“Hola, Majo, te quería avisar nomás que hoy no voy a poder irme, nuestra casa se quedó por el piso. Ayer vino el viento fuerte e hizo un sarambi por todo el barrio, pero nuestra casa es la que se cayó todo. No sé cómo dejarles a mis hijos así”, comienza diciendo la joven Rebeca Paredes mientras se autofilma con la cámara de un celular.

De esta singular manera la joven, quien es oriunda de la compañía Caaguy Cupé de Itacurubí de la Cordillera pero trabaja como empleada doméstica en Asunción, describe a quien sería su patrona la dura realidad que le está tocando vivir, motivo por el cual, le comunica, no podrá asistir a su lugar de trabajo.

Reflejando la gran responsabilidad de la mujer paraguaya en medio de la pobreza y la adversidad, Rebeca le dice a la dueña de la casa en que trabaja que no desea fallarle, pero solo necesita un día para ver la forma de no desamparar a sus hijos.

“Voy a procurar para irme mañana, yo sé que tengo trabajo también, pero hoy nomás tengo que ver qué hacer. En la calle estamos, sin ropa, no tenemos nada. No quiero dejarles a los chicos así, en la nada”, continúa explicando la sacrificada mujer.

El desgarrador relato continúa mientras la joven madre muestra con la cámara de un celular que prestó “de un primo”, porque incluso su teléfono quedó destruido, las imágenes del derrumbe de su casa, con todos sus muebles y pertenencias destrozados.

“Voló nuestro techo y nuestras paredes se quedaron por el suelo. Dormimos en la casa ajena”, refiere.

Mostrando la entereza y actitud positiva del paraguayo más allá de las dificultades, Rebeca agradece que ella y su hijo están vivos.

“Estamos muy bien, solo te quería avisar que no voy a poder irme y no tengo celular. Estoy usando el de mi primo para que veas que es cierto lo que te digo”, le dice a su patrona.

Incluso, hacia el final, la joven relata que ella misma estaba levantando una nueva pieza en su predio, pero todos sus intentos también quedaron frustrados con el implacable temporal.