En la capital se prevé que el río alcance los 8,7 metros, mientras que en localidades como Alberdi, fronteriza con Argentina, registraría 10,6 metros y en Pilar los 9,80 metros, explicó en rueda de prensa Joaquín Roa, titular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
Esa altura se prolongaría durante tres días y afectará también a otros cursos de agua, extendiendo la emergencia por inundaciones hasta septiembre de este año, añadió Roa. La previsión es la conclusión de un estudio realizado por la Dirección de Aeronáutica Civil (Dinac) y la Dirección de Meteorología en el primer Foro Hidrometeorológico de Paraguay, organizado hace una semana para medir las consecuencias de las lluvias y de la elevación cíclica de este río.
Roa señaló que el presidente Horacio Cartes ha dispuesto “que se tomen todas las medidas necesarias para hacer frente a esta crecida”. El anuncio se produce cuando Asunción no se ha recuperado de la crecida de diciembre. En los días posteriores a esa fecha, el río alcanzó los 7,88 metros y desplazó a unas 100.000 personas. Más de la mitad siguen refugiadas en precarios campamentos formados por casetas de madera y chapa y habilitados por el Gobierno en varios puntos de la ciudad. Sin embargo, algunas familias han regresado a sus casas, aunque se recomienda que no lo hagan, al esperarse otra nueva subida.
La mayoría de los afectados en Asunción son vecinos de zonas próximas a la franja fluvial como la Chacarita, un barrio pobre donde el agua obligó a salir de sus casas a un millar de familias, dijo a Efe Ana Sánchez, líder vecinal. “Muchas de esas viviendas están abandonadas, la gente no puede volver, entra el agua en todos lados”, declaró Sánchez señalando la zona más baja del barrio. El río se ubicó este martes en los 6,46 metros en Asunción, una altura muy por encima de la habitual en esta época del año, cuando debería situarse en torno a los 2,50 metros.
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