La concelebración de la misa tuvo lugar en la Catedral de San Juan Bautista, Misiones, presidida por monseñor Melanio Medina. “Ayudemos a derrotar el mal de las drogas que hay nuestra sociedad en San Juan y en San Ignacio, Misiones”, enfatizó el obispo.
El obispo exhortó a los fieles católicos a ser misericordioso como el padre, a pesar de las “trancadas y la falta de testimonios incluso de quienes frecuentan las parroquias”.
Durante su homilía, monseñor Medina mencionó los males que aquejan a la comunidad como las drogas que circulan en San Juan y en San Ignacio, Misiones. También volvió a recordar la matanza ocurrida Curuguaty en junio de 2012, donde murieron 17 personas, 11 campesinos y seis policías.
Cuestionó la actitud de los que se adueñaron de la tierra de Marina Cue, unas 2.000 héctareas que pertenecen al Estado, señaló el obispo. “Qué barbaridad para mandar matar a personas por tierra que corresponde al Estado”, apuntó.
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Añadió que esas tierras fueron dadas a la Marina, luego la Marina salió de ese lugar y los campesinos reclamaron porque la tierra es del Estado, dijo el obispo. Cuestionó a los latifundistas que tienen 70.000 hasta 200.000 hectáreas. “Hace falta tener misericordia de Dios para cambiar la mente y el corazón de la gente”, expresó.
Recordó al Papa Paulo VI, quien había manifestado ante las Naciones Unidas: “mientras no haya participación, equidad y compartir las riquezas y no contribuimos no es posible que tengamos paz”, dijo, al tiempo de señalar que la paz es fruto de la justicia y de la equidad.
Monseñor Medina se refirió también al reciente episodio de Pedro Juan Caballero, donde las autoridades ya no pueden ante los capos que manejan grandes masas de dinero.
Subrayó que Paraguay actualmente es considerado como un país de tránsito de las drogas, pero que más adelante si no hay combate, se convertirá en uno de los principales consumidores.