Padre denuncia aparente impericia médica

El padre de un menor de 12 años, internado en un sanatorio privado de Asunción, denuncia que su hijo fue víctima de una aparente impericia médica, que lo llevó a dos operaciones sobre una misma afección y haber estado al borde de un resultado fatal.

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El señor Jesús Alonso se acercó hasta esta redacción para denunciar lo que considera un aparente caso de impericia en el Sanatorio Migone de nuestra ciudad capital, donde su hijo es asegurado.

Explicó que su hijo ingresó de urgencia con fuerte dolor abdominal el 21 de febrero pasado, y que en el centro médico le diagnosticaron peritonitis. Ese mismo día, horas después de haber ingresado, le operaron al paciente a través de una cirugía laparoscópica (mínimamente invasiva).

Cuatro días después, sin haberle hecho un control general o una ecografía, le dieron de alta, con reposo durante una semana, pero en lugar de recuperarse, el 28 nuevamente el menor tuvo intensos dolores, por lo que Alonso le llevó otra vez de urgencia al mismo sanatorio. Según lo relatado, le realizaron una segunda operación porque continuaba con la misma afección, pero esta vez, con una incisión mayor (cirugía tradicional abierta).

En lugar de mejorar, el paciente seguía con gran cantidad de pus en su organismo, a raíz de que la peritonitis había llegado a una etapa de gravedad. Fue entonces cuando los padres del niño consultaron con otros dos médicos que no tenían ningún tipo de dependencia con el sanatorio en cuestión, para tener terceras opiniones. Ambos profesionales coincidieron en que, desde el primer ingreso del paciente, debieron haberle realizado la cirugía tradicional abierta, no una laparoscópica, para limpiar correctamente toda la zona afectada.

“Los médicos externos a los que consultamos nos dijeron que hubo aparentemente una impericia, porque no usaron el procedimiento recomendado para estos casos en los que ya se estaba afectando otros órganos. Cuando nos dieron de alta la primera vez, ni siquiera le hicieron una ecografía para ver cómo estaba mi hijo. Su vida estuvo en riesgo y estuvo internado casi un mes”, relató Alonso.

Agregó que el calvario no acabó con las casi cuatro semanas de internación y todo lo que eso conlleva, sino además, ahora el sanatorio pretende que abone alrededor de 30 millones de guaraníes por la compra de antibióticos, cuya necesidad apareció debido a la aparente impericia del centro médico.

“El seguro nos cubrió la primera internación y la segunda, así como los medicamentos, pero a partir de los primeros días de marzo, el monto por medicamento dejó de cubrir debido al alto costo de los antibióticos. Le probaron un antibiótico por unos días, después otro y después otro y ahora ya no sé si todo eso no fue parte de un sistema perverso para cobrarnos millones a los asegurados. Ya no sé qué pensar. Mi familia y yo estamos muy golpeados. Lo que yo pido es que el sanatorio se haga responsable por el riesgo de muerte que corrió mi hijo, por el procedimiento no recomendado al que le sometieron y también que se haga responsable de al menos el 70% de los costos que ahora pretende que pague, por algo que nunca debió haber ocurrido que era la segunda internación”, subrayó.

Nuestro diario se comunicó con los responsables del sanatorio Migone para tener su versión de los hechos. El gerente médico, Enrique Gahete Poletti, señaló que hablaron con la mejor voluntad con la familia, pero esta no quedó conforme.

“Nosotros hemos hecho las investigaciones del caso y no hemos encontrado ninguna impericia. Tampoco hubo ninguna mala intención o mala actuación de parte del sanatorio. Le explicamos eso, pero ellos por lo visto no quedaron conformes”, señaló.

Consultado sobre el tipo de cirugía que se practicó al paciente, que es el punto cuestionado, respondió que “no hay tal cosa como ellos dicen”. “El paciente tuvo una complicación como cualquier operación puede derivar. Está en los libros, en las estadísticas. Nosotros siempre estuvimos abiertos pero ellos en todo momento hablaron sólo de que el sanatorio pague”, agregó.

El Dr. Gahete siguió defendiendo la actuación del equipo médico, diciendo: “Eso está escrito en la literatura médica, las complicaciones quirúrgicas, y la que tuvo su hijo es una de las que normalmente se describen en la literatura médica. Muchas variables hay en ese sentido, muy difícil citar todas ellas. La cirugía laparoscópica está aceptada como técnica en todo el mundo, no es ese el punto, no es algo que se haya hecho mal”.

Respecto al pedido de la familia Alonso de que se realice un importante descuento, ya que –según la denuncia- las complicaciones no debieron aparecer si se hacía correctamente el tratamiento desde el inicio, apuntó que “no corresponde que el sanatorio se haga responsable de los costos”.

“Ahora queda a cargo del departamento administrativo el cobro, porque ellos salieron sin abonar la cuenta. Pero ese no es el problema. Aquí ellos pidieron ingreso de medicamentos (y no se les permitió), que ellos toman como algo administrativo, pero es algo de bioseguridad médica, para garantizar la calidad de los medicamentos introducidos. Finalmente, el paciente salió bien”, puntualizó.

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