Ignacio Báez Mereles (66) se encuentra postrado en cama desde hace cinco meses. Tenía dos hijos con discapacidad, uno de los cuales falleció el sábado pasado por falta de asistencia, pese a que los vecinos hicieron la denuncia mucho antes.
El hombre, con el único hijo que le queda, habitan una precaria vivienda y no reciben ningún beneficio del Estado porque carecen de documentos de identidad. "Aquí, en Puerto Triunfo, están tres concejales de la Junta Municipal de Natalio. No va a creer usted que ninguno vino siquiera para ver cómo vive esta familia", denunció una de las vecinas.
Anastasio, uno de los hijos de don Báez, falleció el sábado a la madrugada en Encarnación a raíz de un síndrome anémico grave. Su cuerpo fue velado en la iglesia evangélica Príncipe de Paz de Puerto Triunfo. Según otra denuncia, la Policía Nacional habría solicitado G. 30.000 para que los componentes de esta familia fueran trasladados hasta el hospital de Natalio, kilómetro 10.
Los vecinos informaron que hace casi un mes se informó sobre la situación a la Secretaría de Acción Social de la Municipalidad de Natalio. Allí dijeron que don Ignacio se resiste a ser internado en el hospital; además, que es alcohólico y no se le puede dar víveres porque los vende. Don Ignacio y Joaquín estuvieron internados en el hospital de Natalio y fueron dados de alta el martes. Volvieron a su casa, pero el drama continúa, al no contar con alguien que pueda velar por ellos.
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El pastor Evangélico Gregorio Roque Amarilla informó que él administra los víveres que la Gobernación les acercó. Solicita que alguien se haga cargo de estos seres humanos, ya que no podrá hacerlo todo el tiempo. Comentó que beben agua de un arroyo y que la aguatera local les va a proveer del vital líquido gratis, pero falta la instalación de las cañerías que no se tiene.