El termómetro marca en Caacupé una temperatura de 30º y una sensación térmica aún mayor. Pese a esto en esta víspera de una celebración más a la Virgen de Caacupé, varios padres siguen trayendo a sus hijos a la hora de hacer las acostumbradas caminatas desde Ypacaraí u otros puntos incluso más lejanos.
Es que la promesa a “pagar” a la virgencita azul, generalmente tiene que ver con los niños, que están aquejados de alguna enfermedad o lo estuvieron, como es el caso de don Luis, que trajo a su hijo Ezequiel para agradecer a la santa por el favor recibido.
En la imagen se ve al hombre y al niño tapados con una toalla, debido al intenso calor de este lunes. Al ser consultado, casi con agresividad, el hombre explicó que “mucha gente no entiende” lo que es el sacrificio y que de alguna manera “hay que pagar a la Virgen sus milagros”. Y así como éste, son cientos los casos similares.
Cada año, una de las principales recomendaciones del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social es evitar traer a niños pequeños a las festividades marianas ya sea por la aglomeración propia de estas fechas y los peligros a los que están expuestos, pero principalmente, porque cuando se peregrina de día las altas temperaturas también podrían causarles problemas de salud (y no solamente a ellos).
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