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Pese al color oscuro de las aguas de la playa municipal, el Ministerio del Ambiente dice que el lugar es apto para apaciguar el intenso calor de estos días con un chapuzón.
No obstante, la institución lamentó que propietarios de algunos balnearios y municipios no se ocupen de mantener en condiciones estos sitios de recreación.
Los datos sobre "las buenas condiciones" del lugar fueron actualizados a finales de noviembre de este año. El costo de ingreso a la playa, por resolución municipal, es de G. 1.000 por persona, de G. 3.000 para motocicletas y 5.000 para los vehículos de cuatro ruedas.
La playa mencionada en años anteriores se tiñó de color verde por las algas tóxicas que contaminaron totalmente las aguas. El desinterés municipal y gubernamental por solucionar la problemática de la contaminación del lago Ypacaraí es notorio.
Hace casi cuatro años, tras las gestiones de la Gobernación de Central, expertos orientales colocaron un biodigestor en el sitio que logró purificar y transparentar el agua a unos 500 metros a la redonda.
Luego, esta responsabilidad quedó a cargo de la Municipalidad de Areguá, pero el intendente colorado cartista, Humberto Denis Torres, dijo que dicho biodigestor dejó de funcionar por falta de recursos económicos y personal capacitado para llevar a cabo su funcionamiento. El jefe comunal se declaró incapaz de continuar con el proyecto.
La Comuna local construyó en febrero de este año una costanera de 1.000 metros que al principio no tuvo permiso de la Secretaría del Ambiente, hoy Ministerio. La inversión fue de G. 3.000 millones. También colocaron en el sitio unas 20 sombrillas y nivelaron la orilla del lago.
Por otro lado, las autoridades sanitarias también alertaron a los bañistas sobre aguas contaminadas y las dolencias que pueden causar, por lo que piden prudencia a la hora de eligir los sitios de esparcimiento.
De igual manera la el Ministerio del Ambiente solicitó a los visitantes de balnearios, playas o arroyos presentar la denuncia correspondiente si no encuentran las condiciones mínimas con las que debe contar el sitio.