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A Vilmar Acosta, quien tiene mucho poder económico y político, no se le puede dar un resquicio, ya que su defensa puede aprovechar el momento y liberarlo. Esa ventaja le dio la justicia paraguaya, que no presentó a tiempo el pedido de captura internacional que debe acompañar a la captura emitida por Interpol.
Galinari explicó que tuvo que extremar recursos para evitar que soltaran a “Neneco”; alegó que el caso lo tomó como una cuestión personal, ya que conoció personalmente a Pablo Medina y alegó que quiere que se aclare el caso.
La Fiscalía, al parecer, fue inoperante y se quedó dormida en el momento en que se detuvo a “Neneco”. Esta mañana todavía el juzgado que tiene a su cargo el caso de Vilmar no recibía la orden de detención. Sin embargo, como una medida preventiva la justicia brasileña dispuso la prisión del sospechoso por 30 días, alegando que el exintendente de Ypejhú le dio protección a un sicario en territorio paraguayo.
Sin embargo, si no se aceleran los trámites de la Fiscalía, el principal sospechoso de la muerte de Pablo Medina y Antonia Almada podría quedar libre.
Desde la Fiscalía alegan que en noviembre ya se enviaron todos los documentos y que ahora tras la captura de “Neneco” ya se iniciaron los trámites para su extradición; sin embargo, en la práctica eso no es así ya que la justicia del vecino país dice no tener un solo papel.
Mientras existe una lucha entre las dos partes, el único beneficiado con todo es Vilmar Acosta, quien junto con sus abogados están moviendo todos los resortes judiciales para lograr la libertad.