Los descendientes de brasileños intentarán está mañana iniciar los cultivos en las 1.000 hectáreas de tierra que son reclamadas por labriegos autodenominados sintierras.
Según el director departamental de la Policía Nacional, Crio. Willian Giménez, el único objetivo del operativo es resguardar la seguridad de los trabajadores y no un desalojo, como algunos temen. Añadió que la Policía está para asegurar que no se desate ningún conflicto entre las partes.
El representante de los colonos, Jair Weber, indicó que no recibieron ninguna amenaza, pero en vistas a advertencias anteriores decidieron pedir la ayuda policial.
